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| domingo octubre 13, 2024

La cremación en el judaísmo

La cremación está prohibida en el judaísmo porque la muerte es mucho más que un cuerpo. Es un alma.


Debido al alto costo de los entierros (ataúd, lápida, lugar en el cementerio, etc.), hoy en día mucha gente está optando por la cremación.

¿Cuál es la posición del judaísmo respecto de este tema?

El judaísmo permite sólo el entierro. Esto lo encontramos escrito en la Torá, cuando Dios le dice a Adam:

«Regresarás al polvo de la tierra, porque del polvo de la tierra has venido» (Génesis 3:19).

El judaísmo no sólo prohíbe específicamente la cremación, sino que también exige que el cuerpo sea enterrado directamente en la tierra. ¿Por qué?

Cuerpo y alma

Al morir, el alma atraviesa una separación dolorosa del cuerpo, que hasta ese entonces había albergado al alma. Este proceso de separación ocurre a medida que el cuerpo se degenera. Cuando el cuerpo es enterrado, se descompone lentamente, reconfortando de esta manera al alma mientras se desliga del cuerpo.

La ley judía prohíbe embalsar el cuerpo o enterrarlo en un mausoleo, ya que esto retrasa el proceso de descomposición.

Este decaimiento es crucial, y es la razón por la cual la ley judía prohíbe embalsar el cuerpo o enterrarlo en un mausoleo, ya que esto retrasa el proceso de descomposición.

Además de esto, los judíos son enterrados en una caja de madera endeble que ayuda a acelerar el proceso de descomposición.

Por otro lado, la ley judía ordena que el entierro se lleve a cabo lo antes posible después de la muerte. (En Israel, los funerales generalmente se llevan a cabo el mismo día que la persona fallece). Todos estos requerimientos buscan el beneficio del alma.

Una razón por la cual el judaísmo prohíbe la cremación es porque el alma sufriría un gran shock debido al desligamiento antinatural y repentino de su cuerpo, como dice el Talmud:

«El entierro no es para los vivos, sino para el muerto» (Sanedrín 47a).

¿Y que ocurrió con las almas de millones de judíos que fueron cremados en los hornos Nazis? Seguro que Dios resguardó esas almas para que no sufrieran esa agonía innecesaria.

Resurrección

La tradición judía nos cuenta que cuando el cuerpo es enterrado, un hueso pequeño de la parte posterior del cuello nunca se desintegra. A partir de este hueso – llamado el hueso luz – será reconstruido el cuerpo humano en la futura Era Mesiánica, donde todos los muertos resucitarán.

Una persona que opta por la cremación, es como si esa persona no creyera en la resurrección.

Con la cremación ese hueso puede ser destruido y el proceso de resurrección puede ser interrumpido.

De hecho, una persona que opta por la cremación, es como si esa persona no creyera en la resurrección.

La resurrección es una creencia fundamental del judaísmo así como lo expresa la obra clásica de Maimónides: “Los 13 Principios de Fe”:

«Creo con fe completa que vendrá la resurrección de los muertos cuando el Creador así lo desee».


Fuentes:

Bet Itzjak, Ioré Deá II, 195 (basado en el Talmud – Temurá 34a).

Ajiezer III, 72 N°4 (basado en Deuteronomio 21:23 y Maimónides, Leyes de Sanedrín 15:8).

 
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