“La salvación del Líbano sólo llegará con la ayuda de un acuerdo de paz con Israel”, afirma Jonathan ElKhoury, nacido en Líbano y radicado desde hace décadas en Israel.
El padre de Jonathan era miembro del Ejército del Sur del Líbano, opuesto a la intervención extranjera en el país y aliado de Israel, que se desmembró y desmanteló súbita y dramáticamente en mayo del 2000, al retirarse Israel en forma desorganizada y rápida de la así llamada franja de seguridad. Tuvo que huir de inmediato a Israel, sabiendo que de lo contrario, sería asesinado por Hezbolá. Jonathan, su hermano y su mamá, quedaron en Líbano, y recién un año después se reunieron con él. Desde los 9 años, es israelí y gran defensor del país que se convirtió en su refugio y su hogar.
P: Jonathan, aunque no es ésta la primera vez que conversamos, te preguntaría cómo quisieras que te presente. Es que en ti es muy singular la combinación de identidades.
R: Soy un israelí orgulloso. En primer lugar, como israelí, estoy muy orgulloso de las capacidades de Inteligencia de Israel y de la extraordinaria implementación de esos conocimientos en operativos exitosos para la seguridad de Israel y creo que también de Líbano, como vemos en esta guerra. Como libanés, estoy feliz por el nuevo intento de devolver el Líbano a los propios libaneses. Creo que hoy estos dos temas van de la mano, porque al final mi objetivo es ver un acuerdo de paz entre Israel y el Líbano. Y hoy estas dos identidades se fortalecen simultáneamente. Esto es algo de lo que me enorgullece ver un liderazgo libanés que se enfrentará a esto y dirá «aquí vamos hoy con un gran paso adelante”.
P: Aunque nos convoca la guerra en curso, es ineludible en mi opinión empezar por tu propia historia, que tiene mucho que ver con lo que puedes analizar hoy en día sobre lo que está ocurriendo.
R: Primero que nada te diré que recuerdo bien el día en que Hezbolá entró en nuestra aldea, es algo que está grabado en mi memoria. Es que hicieron una gran procesión, para decirle al público libanés: «Ahora somos nosotros los que los controlamos». Impusieron inmediatamente su control utilizando el terror contra toda la población libanesa. Se apoderaron de propiedades, entraron a las casas, amenazaron e incluso encarcelaron a personas cercanas a los miembros del Ejército del Sur del Líbano. O sea que esas fueron experiencias con las que crecí durante un año y tres meses en el Líbano. Recuerdo todo eso muy bien, recuerdo la presión que se vivía. De repente empezamos a cerrar las puertas, algo que no hacíamos antes. Es que súbitamente, la situación en Líbano ya no era la misma. Ya no podíamos hablar como antes, las voces en el Líbano cambiaron por completo. Se veía gente caminando por las calles con miedo, no salían de noche porque Hezbolá patrullaba por las calles, montaban sus propios puntos de control para verificar quién es la población que sale y entra a estas zonas, o sea, nos aterrorizaron física y mentalmente para intentar oprimir a las personas que quieren controlar. Es algo que no se puede olvidar, es algo que queda grabado en la memoria. Porque al final este es el paisaje de mi infancia que cambió en un abrir y cerrar de ojos, del intento de establecer la paz a la realidad de que todos vivimos bajo el terror.
P:¿Qué dijeron tus padres al ser eliminado Nasrallah, que era por supuesto el símbolo máximo de Hezbolá?
R: En primer lugar, es una especie de sentimiento de euforia que tenemos, también mis padres. Es que Hassan Nasrallah era el responsable del hecho que el público libanés se haya vuelto contra nosotros, los miembros del Ejército del Sur del Líbano. Nasrallah amenazó con perseguir a todos sus miembros. Así que ahora sentimos que se cerró el círculo. De hecho, un hombre que nos hizo emigrar de nuestro país porque quería que Irán gobernara el Líbano, encontró la muerte, el camino que tenía que seguir, que es el camino de la eliminación por parte de Israel. Esto es algo que se vive con estos sentimientos no sólo en mi familia, sino que lo oigo de boca de muchas otras personas que eran de familias del Ejército del Sur del Líbano porque Nasrallah era responsable de bastantes asesinatos de sus miembros a lo largo de los años, de compañeros de batalla, de aquellos que se mantuvieron firmes para que el Líbano fuera independiente de cualquier entidad extranjera, y aún más que eso, de aquellos que trabajaron para que el Líbano prosperara con la ayuda de un acuerdo de paz con Israel. Así que esto es para estas personas, que lucharon hombro con hombro con los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, una especie de pequeña victoria, aunque todavía amarga, porque Hezbolá todavía tiene control de muchas cosas en Líbano..
La importancia de la eliminación de Nasrallah
P: ¿Cómo viviste la confirmación de la eliminación del jefe de Hezbolá Hassan Nasrallah?
R: Yo creo que ese día debía ser visto como un día de fiesta por todos los libaneses. Como ciudadano de Oriente Medio, no sólo de Israel, como quien quiere ver la paz llegando a la zona, ese logro fue histórico, símbolo del gran cambio que puede venir, aunque evidentemente los problemas no hayan terminado tal cual lo seguimos viendo. Vuelve la esperanza. Es que aquí no se trata solamente del hecho que Israel logró eliminar al jefe de una de las organizaciones terroristas más grandes del mundo que amenaza su soberanía y su existencia misma en la zona, sino que también una organización que aterrorizó a los libaneses desde los años 80 y lo sigue haciendo hoy.
El daño de Hezbolá a Líbano
P: Es importante contarlo, mucha gente no conoce este tema.
R: Pues es un hecho. Desde que Hezbolá tomó el control absoluto del sur del Líbano tras la retirada israelí en mayo del 2000, sus hombres hicieron numerosas acciones terroristas dentro de territorio libanés contra todos aquellos ciudadanos que se oponían a su presencia, que estaban en contra de que de hecho Irán imponga qué ocurre en Líbano y la dirección en la que iría el país. Hassan Nasrallah dijo ya al comienzo de su camino como jefe de Hezbolá que Líbano debe ser parte de un califato chiita bajo los Ayatollas de Irán, liderado por Irán. O sea que no estamos hablando solamente de una organización terrorista que nació para atacar a Israel sino también para cambiar la naturaleza de Líbano, hacer que deje de ser un país adelantado, desarrollado, occidental, con mayoría cristiana, y que pase a ser un estado musulmán chiita fundamentalista. O sea no solamente musulmán sino islamista.
P: Ese concepto apareció claramente en uno de los primeros discursos de Nasrallah.
R: Exacto.
P: ¿Qué sabes, de tus contactos con libaneses en Líbano y en el exterior, sobre cómo se ha estado viviendo en el país dominado tan fuertemente por Hezbolá?
R: Tengo contacto con muchos amigos libaneses en las redes sociales, oigo bastante sobre su temor de una escalada en la zona y sobre el hecho que Hezbolá lleva a Líbano por muy mal camino en varios aspectos: una seria crisis económica, falta de combustible. Crisis social y política. Por las maniobras de Hezbolá hay un estancamiento político muy serio en los últimos años. Y todo esto incide en la situación general. Lo ven como una traición a la política libanesa y al público en el país.
P:¿En qué incide el odio de Hezbolá a Israel en la vida diaria del pueblo libanés?
R: Por ejemplo, en la escuela no se podía mencionar el término Israel. Había que decir “Palestina ocupada”. O decir “el ejército de ocupación”. No se podía-ni se puede por supuesto ahora- referirse a la presencia de Israel en la región como un hecho legítimo. Y eso, al final, cambia nociones básicas, percepciones. O sea, gran parte de la población libanesa que creció en las últimas décadas, con gran presencia de Hezbolá, ha sufrido un profundo lavado de cerebro antiisraelí. Y también, por ejemplo, en crisis anteriores como la guerra de 2006, mucha gente no sabe que Hezbolá fue quien la provocó e inició. Es que Hezbolá dice “estoy defendiendo al Líbano, Israel quiere ocupar el territorio del sur del Líbano y Hezbolá lo impide”.
P: Total distorsión de la realidad.
R: Absolutamente. Esa fue siempre la narrativa de Hezbolá para mantener su control dentro de Líbano. Pero ahora estamos viendo el comienzo de la desintegración de este control porque Israel ha eliminado a todo el alto mando de Hezbolá y también a aquellos que podrían ser sus sustitutos, en un intento de desmantelar realmente esta organización. Pero –y es un “pero” muy grande- no podemos ser complacientes con nosotros mismos y alegrarnos demasiado porque Líbano es un país socialmente desintegrado y el temor en este momento de muchos de los libaneses con los que hablo es que haya un levantamiento de los miembros de Hezbolá contra todos aquellos que no apoyaron a Hezbolá en los últimos años.
Contra la guerra de Hezbolá con Israel.
P: ¿La gente teme una nueva guerra civil? O quizás ataques a los cristianos y otras comunidades..
R: Exacto, esa es la preocupación. Ya se puede ver que el ejército libanés está intentando empezar a tomar el control de la zona. También colocar sus batallones y unidades para mantener algún tipo de calma. Hay mucha preocupación al respecto. Recientemente el Primer Ministro Mikati dijo: «Israel está tratando de separarnos, están tratando de hacernos entrar en conflicto entre nosotros y debemos unirnos contra la agresión israelí actual».
P: Evidentemente, esa no es la intención de Israel, pero a él le resulta cómodo decirlo así.
R: Por supuesto. El temor es que estalle una crisis fuerte entre los distintos sectores de la población, por el tema de Hezbolá. Esto no es algo nuevo, no es algo que Israel haya creado. Es algo que existe en Líbano desde el día de su creación.
P: Me imagino que Mikati lo sabe ¿no?
R: Por supuesto. Según tengo entendido, incluso en discursos anteriores se opuso a ir a la guerra con Israel, al igual que otros altos funcionarios libaneses, que dijeron que el Líbano no debería intervenir en una guerra que no es suya. Al final Hassan Nasrallah decidió, por orden de Irán, unirse como una especie de apoyo y posición firme junto a Hamás en Gaza. Los libaneses le reprocharon que se “apoye” a Gaza cuando Líbano está sumido en una grave crisis económica e institucional. Gaza no es un problema libanés, y esto es lo que han dicho muchos políticos libaneses en los últimos meses. Recuerdo que el obispo principal del Líbano, Bechara Pierre Rai dijo “nos negamos a quedar atrapados bajo el control de Hezbolá y a ser escudos humanos”. Se ha visto mucho de este tono en Líbano. Puede que no apoye un acuerdo de paz con Israel o la normalización de relaciones con Israel, pero no ven a la organización terrorista Hezbolá como su representante. Increpan a Hezbolá que haya decidido empezar esta guerra sin preguntar a nadie más que a Irán. Decidieron por su propia voluntad arrastrar al Líbano a esta guerra y traer destrucción al Líbano.
P: ¿Y tienen claro que Israel ataca a Hezbolá, no al pueblo libanés?
R: Muchos sí. Por ejemplo Nadime Gemayel, hijo de Bashir Gemayel, asesinado en 1982 en parte porque quería llegar a un acuerdo de paz con Israel, dijo “Israel no ataca blancos libaneses sino solamente blancos militares de Hezbolá y miembros de la organización”. Esto significa que entienden que Israel no está atacando a loses evidente al ver qué ataca Israel, solamente áreas en las que Hezbolá tiene control.
P: Por otra parte Israel también tendría motivos para atacar a Libano mismo porque desde su territorio se le ataca, y evidentemente el ejército de Líbano no sólo no hace nada para impedirlo sino que nunca hizo nada para frenar a Hezbolá.
R: Esto está claro. También hay que recordar que aunque Israel ataque a Hezbolá, claro que eso causa daño a la población libanesa, es ineludible. Hay mucha gente desplazada, que perdió su casa. Y en el norte la población dijo a los evacuados del sur que no les alquilarán departamentos, no los alojarán ni permitirán que entren a sus pueblos porque ellos son los responsables de haber permitido que Hezbolá se apodere de sus aldeas. Así que sostienen que la población del sur pague el precio de lo que pasó allí. O sea, que claro que la población civil ha pagado un precio en la guerra, pero porque la inició Hezbolá.
P: Relativamente a otras guerras y contrariamente a lo que suele presentarse en los medio, el daño a los civiles es menor de lo esperado porque Israel en muchos casos, claro que no todos, avisa que evacúen, antes de atacar.
R: Así es. Hay ejemplos claros. Unos días después de la eliminación de Hassan Nasrallah y de todo el cuartel general de Hezbolá, se hablaba de unos 33 muertos, aunque no está claro si eso incluía también al propio Nasrallah y sus guardaespaldas. Y 100 heridos.O sea que esta es una operación muy quirúrgica con un intento de reducir al mínimo el riesgo de dañar a los civiles.
Balance de fuerzas
P: Un tema clave es el poderío militar de Hezbolá, mucho mayor que el del ejército de Líbano, aunque ahora ha perdido mucho.
R: Justamente quisiera recordar que ciertamente se ve en el Líbano que el ejército libanés no tiene las capacidades que tiene Hezbolá. En este momento, Hezbolá todavía controla áreas muy grandes en el Valle del Líbano y en la Dahia, el bastión chiita en Beirut, donde las autoridades libanesas no pueden entrar. Esta es una ocupación completa por parte de Hezbolá.
P: Su poderío militar, aunque ahora evidentemente muy dañado por Israel, era enorme, y sigue siendo grande.
R: Claro. Al final, las capacidades militares de Hezbolá, que ha estado luchando en la guerra civil en Siria desde 2012, son grandes. Muchos sirios fueron masacrados por Hezbolá. También lo vimos en su involucramiento en la guerra contra ISIS. O sea que también existe el temor dentro del ejército libanés de un levantamiento dentro del propio ejército por parte de aquellos que apoyan a Hezbolá..
P: ¿Con esto quieres decir que el ejército libanés no hizo nada para frenar a Hezbolá y para implementar las resoluciones de la ONU que determinaban que Hezbolá no puede estar al sur del río Litani y que debe desarmarse, porque no tiene la fuerza de hacerlo?
R: No tienen el poder, no tienen la capacidad para hacerlo y, en mi opinión, uno de los principales problemas del Líbano hoy es el liderazgo. Actualmente no hay ningún liderazgo en el Líbano que diga a los ciudadanos libaneses «esto es lo que tenemos que hacer, estos son los pasos del día después».
El contacto con libaneses a través de las redes
P: Tengo claro que no puedes dar detalles que revelen identidades, pero quisiera preguntarte dónde están los libaneses con los que estás en contacto en las redes sociales, y si son todos cristianos como tú.
R: Algunos viven en el Líbano y otros en países occidentales. Y no, no son todos cristianos. Hay también musulmanes chiítas, musulmanes sunitas y también drusos. En todas esas comunidades hubo opositores a Hezbola y a su control de Líbano. Y tras el miedo de siempre por Hezbolá hay ahora también el miedo por la incertidumbre, porque no saben qué les depara el futuro y temen como ya hemos dicho que la situación actual pueda degenerar en una guerra civil.
P: ¿Qué dijeron sobre la eliminación de Nasrallah?
R: No podían creer que haya llegado ese día. Ellos, sus familias y otras personas cercanas a ellos se vieron amenazados a lo largo de los años. Algunos fueron encarcelados, otros fueron torturados por oponerse a la presencia de Hassan Nasrallah y de Hezbolá en el territorio libanés. Estas son las voces que escucho desde el Líbano, de los amigos cercanos con los que hablo. Realmente espero que Israel asuma la responsabilidad de llegar a estas voces y alcanzar algún tipo de diálogo con esa gente. No necesariamente por encima de la mesa, pero sí, tal vez a través de Francia e incluso Arabia Saudita, ya que tienen influencia dentro del Líbano por parte de la familia Al-Hariri y otras familias..
La ONU y Hezbolá
P: Analicemos las resoluciones de la ONU sobre Hezbolá, nunca cumplidas la más conocida es la 1701 con la que terminó la guerra del 2006.
R: Esa resolución 1701 en mi opinión fue una decisión equivocada. Está prohibido volver a esta decisión. Ya no es válida, porque sólo hablaba de la desmilitarización de Hezbolá en el sur del Líbano. La correcta es la resolución 1559, que llama a una desmovilización completa de Hezbolá y de todas las organizaciones no gubernamentales. O sea, que ningún marco que no represente al Estado libanés puede poseer armas. Esto es lo más importante. Es lo único que puede traer estabilidad al Líbano. Creo que la salvación del Líbano sólo llegará con la ayuda de un acuerdo de paz con Israel. Nadie invertirá en Líbano si de fondo siempre hay una amenaza de guerra. Sólo un acuerdo de paz puede conducir a un retorno al ritmo pasado de la vida en Líbano y tal vez, con suerte, a volver a ser la Suiza del Medio Oriente.
P: Y analizamos esto cuando de hecho está claro que el peligro de Hezbolá, aunque claramente disminuido, aún no ha desaparecido.
R: Por supuesto. Todavía hay miles de terroristas que actualmente están “huérfanos” de la figura de Nasrallah. No cuentan con un liderazgo que realmente decida qué hacer. Y el mayor temor, en mi opinión, es que realmente haya algún tipo de alternativa que no sea Hezbolá, sino otra organización de guerrilla. Según lo que dicen todos los expertos en seguridad, en este momento Hezbolá no tiene un liderazgo único que decida a quién disparar, cuándo disparar y cómo disparar. El temor es que esta situación de vacío vuelva a generar todo tipo de pequeñas organizaciones, cada una de las cuales tiene un enfoque diferente, que decidirán por sí mismas utilizar los misiles que tienen. Es que tal como vemos todos los días, evidentemente tienen aún misiles, tal vez no los más precisos, pero sí tienen armas y misiles que aún pueden usar contra Israel .
A modo de conclusión
P: Me emociona saber que de las serias vivencias que tuvo tu familia, llegaste a algo tan diferente, siendo hoy no sólo un israelí orgulloso, sin olvidar nunca tu condición de libanés, sino también un luchador por contar la verdad sobre Israel. ¿Cómo resumes tu vida desde que llegaste a Israel?
R: Llevo una década en la diplomacia pública. Y diría que saber de la eliminación de Nasrallah fue uno de los días más importantes de mi vida porque deja en claro la narrativa verdadera de la situación en la que nos encontramos. Y muy especialmente porque está claro e Israel también lo dice explícitamente, que Israel no está luchando contra Líbano ni contra los libaneses. Creo que la paz todavía es posible, porque desde 1948 Israel no ha luchado contra el Líbano o el ejército libanés. Por eso, en mi opinión, son importantes voces como la mía, que actualmente están creciendo en este tema porque hay que , como se dice, grabar un nuevo disco. No debemos volver a caer en la propaganda que sólo llevará a esta región a otra guerra..
P: Compartimos pues estos sentimientos. Gracias mil Jonathan.
R: A ti. Un placer.
Los cascos azules de la ONU estaban ahí para hacer cumplir las resoluciones contra hezbola en el sur del Líbano pero no hicieron nada