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| viernes enero 17, 2025

¿Por qué criticamos las expresiones de apoyo a Palestina?


Antes de entrar de lleno en el tema planteado en el título de esta nota, dos aclaraciones generales.

En primer término, a nadie sorprenderá si recordamos que entre Israel y los palestinos hay un conflicto y que es natural que casi automáticamente cuando se apoya a uno, los que comulgan con el otro lado se sientan atacados.

En segundo lugar, no nos entusiasma plantearlo como lo hemos hecho, escribiendo que el conflicto es “entre Israel y los palestinos”, porque ni odiamos al pueblo palestino ni vemos en cada individuo palestino un enemigo. En absoluto. Pero a los efectos de esta discusión, no tengo más remedio que recurrir a cierta generalización.

Ahora, al tema.

Siempre hubo pronunciamientos, manifestaciones, declaraciones, todo tipo de movidas a distintos niveles, “en favor del pueblo palestino” o de “la causa palestina”. Como es de amplio conocimiento, esos fenómenos se multiplicaron enormemente el último año, desde el 7 de octubre del 2023, lamentablemente de la mano de múltiples expresiones antisemitas, que en muchos lados también fueron de violencia física y en otros “solamente” violencia verbal. Apenas Israel comenzó a responder a la horrenda masacre cometida ese día por terroristas palestinos en el sur de Israel, con el declarado objetivo de destruir la infraestructura armada de Hamas para garantizar que no pueda volver a cometer nuevos ataques como estaba prometiendo, comenzó la ofensiva del otro lado. Así nomás, ofensiva. Muy bien organizada y orquestada por elementos extremistas que se presentan como defensores de los palestinos, pero son en realidad simplemente enemigos de Israel.

Exhorto al lector que cree que estoy exagerando, a que se fije bien en todas esas manifestaciones, proclamaciones, peticiones a firmar, coloquios y otras yerbas. ¿Ha notado que en absolutamente todas la parte principal es acusar a Israel de genocidio, todo tipo de crímenes y atrocidades? ¿Ha notado que en ninguno de esos eventos se pide por la liberación de los palestinos de Gaza de las manos de los terroristas de Hamas que los dominan? ¿Ha visto en alguna de esas proclamas una crítica al hecho que los terroristas educan a los palestinos en el odio y enseñan a sus niños que la Shaháda, o sea el martirolgoio, es la meta a la que deben aspirar, canalizándolos a adorar la muerte y no la vida?

¿Ha visto algo que sea al menos una pequeña crítica al uso de los palestinos de Gaza como escudos humanos? ¿O al hecho que clínicas, hospitales, mezquitas y escuelas hayan sido usados como comandos terroristas, como depósito y escondite de armas y misiles?

Nada. Nada de eso aparece.

Por eso yo casi nunca uso el término “manifestaciones pro palestinas”, porque estoy convencida de que defender a los palestinos es apostar a un futuro de paz, a una realidad sin terroristas, a que puedan trabajar dignamente y mantener a sus familias sin miedo de líderes que para tratar de dañar a Israel los condenen a una nueva guerra.

Y lo peor, en general ni hay una mención condenatoria de los crímenes horrendos perpetrados por los terroristas el 7 de octubre del año pasado en el sur de Israel. A veces, algo chico al pasar, que queda tragado en las mentiras y distorsiones históricas sobre el tema israelo-palestino.

El pecado original-ahí vamos a eso de distorsiones históricas- fue que cuando la ONU recomendó la partición de la Palestina del Mandato Británico en un estado judío y otro árabe, los judíos dijeron que sí y los árabes dijeron que no, y se lanzaron a la guerra para impedir que nazca Israel. Así, tiraron por la borda la parte del estado árabe, que hoy llamaríamos palestino. Prefirieron tratar de que Israel no nazca, les era más importante que crear un Estado para los árabes de Palestina.

Pero además, esos eventos, presentados como una causa noble de apoyo a los pobres palestinos, van siempre de la mano de una narrativa-a veces muy explícita y otras algo disimulada- de negación del derecho de Israel a existir. No todos osan decirlo abiertamente, pero ese es el mensaje. Sepa querido lector, que cuando aparece la consigna “Palestina libre desde el río hasta el mar”, eso significa eliminar a Israel. Mire el mapa y lo comprenderá.

Desde el 7 de octubre del año pasado, lo que tendría que haber inundado al mundo todo, era una ola avasallante de condenas al terrorismo por lo que acababa de hacer, y un clamor mundial por la devolución de todos los israelíes y extranjeros secuestrados. Estaba claro, y Hamas lo sabía, que esa masacre y el secuestro de 251 personas a Gaza, la mayoría civiles, entre ellos niños, un bebé, ancianos, jovencitas, no permitirían a Israel quedarse cruzado de brazos. Si el mundo todo hubiese clamado unido contra Hamas, quizás Gaza habría sufrido menos. Y claro que ha sufrido y sigue sufriendo en la guerra, no lo minimizamos. Pero fue una guerra de autodefensa que los terroristas impusieron a Israel.

No tengo duda que gente de bien puede participar en todas estas iniciativas presentadas como de apoyo a los palestinos, sean una placa en el departamento en Salto, un coloquio en instalaciones del Parlamento, una carta que firma gente que sabemos no concuerda con su texto pero nos e anima a discutir públicamente y cosas similares en muchos sitios del mundo. Pero los organizadores, los que dan el tono, los que pronuncian sendos discursos y escriben los textos, usan a los palestinos para atacar a Israel, para demonizarlo y presentarlo como un Estado criminal.

Hasta en la convocatoria de Salto aparece el mapa con los colores de Palestina, cubriendo el territorio completo de Israel. Nos parece especialmente grave que la invitaciòn venga de la propia intendencia.

No se dejen engañar. Quienes van al frente de la enorme mayoría de estas iniciativas, se llenarán la boca hablando de la paz y de los derechos del pueblo palestino. Pero su narrativa apoya implícita –a veces explícitamente- a los extremistas que quieren la eliminación de Israel. No es que llaman abierta y públicamente a destruirlo aunque ha habido numerosas manifestaciones en las que sí se lo ha hecho, en diferentes partes del mundo. En otros, saben que no queda bien decirlo, entonces lo adornan presentando a Israel como responsable de tales crímenes, que cualquier persona normal piense que no tiene derecho a vivir.

 
Comentarios

Un diplomático egipcio explicó por qué este conflicto es en verdad entre el judaísmo y el islam

Palestina británica se dividió en dos estados. Jordania recibió el 70% y e Israel el 30%. Le dieron a Inglaterra el mandato sobre Palestina con el objetivo de darle esa tierra a los judíos, su tierra ancestral. No olvidar

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