Ahora Pueden Hablar (II)

Concluyó el operativo militar israelí contra Hamas, se logró un alto el fuego y hasta el momento de escribir estas líneas, se respetaba. Pero aunque la sensación durante todo el día miércoles era que aún en medio de una profunda desconfianza y de no pocos temores, se emprendía una nueva etapa para recuperar la calma y que esta se afianzaría en el terreno al menos por un tiempo largo, a la noche llegaron malas noticias desde El Cairo: Hamas amenaza con reanudar sus disparos de cohetes al expirar la tregua de 72 horas que había comenzado el martes de mañana, a menos que sean aceptadas todas sus exigencias (apertura total de Gaza, levantamiento del bloqueo a la Franja, aeropuerto y puerto internacional en su territorio).

O sea..Pocas horas después de darse como hecho que en las conversaciones en Egipto se había aceptado prolongar la tregua por tiempo indeterminado, prácticamente señalando que la guerra había terminado, Hamas endureció sus posturas y aclaró que desde su punto de vista, el viernes a las 8 de la mañana, podría reanudarse la guerra.

Cuando Egipto presentó su primera propuesta de alto el fuego, tan solo unos días después de iniciado el operativo militar israelí contra Hamas-propuesta que Israel aceptó de inmediato pero Hamas rechazó- el número de muertos en Gaza era 180 y no más de 1800 como se dice hoy.

Esto significa que el 90% de los muertos cobrados por la guerra, fue posterior a ese rechazo de la tregua, por lo cual Israel responsabiliza a Hamas. Todo podría haber parado allí, pero Hamas dijo «no» al alto el fuego propuesto por Egipto, siguió lanzando cohetes (más de 3360 en total, 580 de los cuales cayeron en el propio territorio palestino y mataron gente) y luego violó otras cinco treguas aceptadas por Israel. ¿Volverá a cometer ese craso error?

¿Volverá a poner en peligro a sus civiles?

Eso es precisamente lo que ha estado haciendo durante todas estas semanas, y desde siempre.

Y ahora que se daba por terminada la guerra y numerosos periodistas internacionales que la cubrieron salieron de Gaza, hay quienes comienzan a hablar..y a contar la verdad.

La valiente que lo hizo aún estando en Gaza, por lo que se tuvo que ir, fue la enviada de la televisión finlandesa, que transmitió desde el hospital Shifa de Gaza y relató haber visto que disparaban cohetes desde allí. De más está decir que eso ponía en peligro a pacientes, médicos, a todo quien se encontrara en el lugar, si Israel respondía al fuego de acuerdo a las coordenadas registradas del sitio en el que se había originado el disparo.

Pero ahora, con varios cronistas afuera, hay otros que hablan.

El primero en hacerlo ante las cámaras fue el corresponsal del canal de televisión NDTV de la India (no alcanzamos a captar su nombre, pero se puede ver fácilmente el reporte en la web), que desde lo que parece ser la habitación de su hotel, registró casi por casualidad, el disparo de un cohete por parte de hombres de Hamas, de una zona puramente residencial. El periodista se percata desde su ventana que hay unos individuos afuera, medio escondidos debajo de un toldo o una especie de carpa azul, abocados a una actividad que en un principio no está clara. Su ocultamiento le despierta sospechas, por lo cual continúa filmando, hasta que queda claro que lo instalado allí es una lanzadera de cohete.

«Esto puede tener serias consecuencias inmediatas para toda esta zona», explica el corresponsal que pudo filmar sin ser detectado, mostrando con la cámara que la zona alrededor del punto en el que Hamas se instala para abrir fuego, está rodeado de edificios de apartamentos y hoteles.

Este miércoles fue el corresponsal de la televisión France 24 Gallagher Fenwich, quien contó personalmente del disparo desde zonas densamente pobladas por civiles. Y en la BBC de Londres, Andrew Simons, al criticar la gran destrucción en zonas atacadas, comenta que Hamas disparaba también desde barrios civiles.

Esto, claro está, no significa que la destrucción que se ve por las pantallas de televisión sea mentira.

Pero sí significa que no inventaba Israel al advertir que Hamas estaba poniendo en peligro a su pueblo, usándolo cínicamente. Cuanto más muertos civiles en Gaza, más ganancia política conseguía Hamas.

Un país atacado, responde hacia quien lo atacó. Cualquier país normal lo haría, muy especialmente cuando antes, intentó denodadamente convencerlo a dejar de disparar.

El uso de los civiles para sus fines, no se manifiesta solamente en el disparo por parte de Hamas de zonas habitadas e instalaciones civiles. Hay instrucciones precisas a sus hombres cómo proceder para usar a los civiles como escudos humanos.

Durante el operativo, soldados israelíes encontraron en Gaza un manual explicativo al respecto, que pertenecía a la Brigada Shuja’iya del ala militar de Hamas, las Brigadas Al-Qassam. El manual sugiere y explica cómo la población civil gazatí puede ser utilizada contra las FDI y revela que Hamas sabe que el ejército israelí se compromete a minimizar el daño a civiles. El título. «Manual Urbano» . Debería titularse «Manual del terror».

En un capítulo titulado «Limitación en el empleo de las armas» el manual explica que: «Los soldados y los comandantes de las FDI limitan el uso de armas y tácticas que puedan generar la pérdida innecesaria de personas o la destrucción de instalaciones civiles. Es difícil para ellos hacer uso máximo de sus armamentos, especialmente del fuego proveniente de artillería y tanques».

Luego el manual explica que los lugares donde existe la «presencia de civiles son núcleos de resistencia» que ocasionan tres grandes problemas al avance de las tropas israelíes:

«(1) Problemas al abrir fuego. (2) Problemas en controlar a la población civil durante y después de las operaciones. (3) Garantizar el suministro de LA ATENCIÓN MÉDICA a los civiles que lo necesitan».

Por último, el manual analiza los beneficios de la destrucción de las casas civiles: «La destrucción de casas de civiles aumenta el odio de los ciudadanos hacia los atacantes (el ejército israelí), al mismo tiempo que aumenta el apoyo a LOS DEFENSORES de la ciudad (fuerzas de resistencia, es decir Hamas)».

Los periodistas que cubrían la guerra en Gaza, no podían tener conocimiento de este manual.

Pero sin duda sí sabían con quién estaban tratando. Amedrentados, dentro de la Franja, no podían filmar cohetes disparados ni a los terroristas arriesgando a sus propios civiles.

Lo mínimo que cabe esperar ahora es que además de relatar sobre el sufrimiento de los civiles palestinos, que es auténtico, también cuenten la verdad sobre Hamas.