Nabil Sha’ath (Imagen: Alwatanvoice.com)
En un artículo publicado en el diario palestino Al-Quds en ocasión al Día del Nakba (15 de mayo, 2015), el miembro del Comité Central de Fatah y ex jefe negociador de la Autoridad Palestina AP Nabil Sha’ath describió una visita que este hizo a Jaffa, la ciudad de su infancia. Sha’ath recorrió la ciudad y visitó lugares que este se acuerda de su infancia, incluyendo la casa de su familia, su escuela y la escuela en la que su padre enseñó. En el artículo subrayó lo vivo de sus recuerdos de la ciudad, y la conexión que siente hacia todas las ciudades palestinas, tanto las que están en los territorios palestinos y aquellas de Israel. Dijo que la ciudad de su infancia permanecerá en su corazón y su mente hasta que los palestinos alcancen su independencia y realicen su derecho a retornar a sus hogares. También dijo que los palestinos le han propuesto a los israelíes dos soluciones para lograr la paz: un único estado democrático para ambos pueblos, o dos estados independientes con los palestinos teniendo el derecho de regresar a las ciudades y pueblos de los que fueron expulsados – pero los israelíes se negaron.
Un corresponsal del diario en Londres Al-Hayat quien acompañó a Sha’ath en su visita luego escribió en el diario que «lo que le preocupa a Sha’ath más que nada hoy son los esfuerzos del Primer Ministro israelí Binyamin Netanyahu de ‘robarse’ la historia de Palestina, luego que ya ha robado su presente. [Sha’ath] dijo: «Quieren robarse la Palestina de hoy y la Palestina de ayer. Quieren robarse nuestro patrimonio, a través de lo que ellos llaman el estado judío'» [1]
Lo siguiente son extractos del artículo de Nabil Sha’ath: [2]
«En el Día del Nakba viajé a Jaffa para conmemorar el Nakba y hacer hincapié en el derecho al retorno.
«Mi querida ciudad de Jaffa cayó el 13 de mayo, 1948. Nos fuimos antes de que cayera y partimos hacia Alejandría, y fui capaz de regresar sólo en 1994, cuando estaba bajo soberanía israelí. [En 1948] algunos de sus residentes llegaron a Alejandría en pequeñas embarcaciones y muchos de ellos se ahogaron en el camino. Mi padre solía esperar por los emigrantes todos los días en la playa [de Alejandría], para salvarlos, ayudarles y alojarlos.
«Así fue como nos convertimos en refugiados, y Jaffa permanece en mis pensamientos, mis sueños y en mi corazón. No se ha ido de mí y yo no me olvidó en mi infancia y juventud. Fue la imagen [que apareció] cuando cerré los ojos y recordé a Palestina.
«La primera escuela a la que asistí en Jaffa fue la escuela primaria Tabeetha, dirigida por monjas católicas de Escocia. [Durante mi visita] me tomé una foto en esta escuela, donde pasé dos hermosos años. Dimos una vuelta por la plaza Torre del Reloj y luego fuimos a la Calle Al-Nuzha, donde el cine Alhambra todavía sigue allí, a pesar de que ya no es un cine. Aquí Umm Kulthum cantó y aquí [vi a los actores] Youssef Wahbi y ‘Aziza Amir y otros artistas famosos egipcios. Fue en el cine Alhambra que caí bajo el hechizo de la película Rabiha y sus héroes Coca y Badr Lama. [Este último] fue la estrella de cine palestina de Belén cuyos padres emigraron a Chile. Este estudió cine allí con sus hermanos y regresó a Egipto para establecer su industria de cine. Alhambra era la sala de cine más hermosa que he visto.
«Para ese entonces Jaffa tenía dos diarios, Filasteen y Al-Difa’y tenía casas editoriales, la más importante de las cuales fue Al-‘Asriya. Existió una sociedad civil robusta y una unidad nacional entre los musulmanes y los cristianos. Jaffa era una ciudad que tenía espacio para todos los extranjeros, y fue apodada «la ciudad de los extranjeros».
«Caminé por toda la escuela Al-‘Amiriya, que dejé en tercer grado. Mi padre fue su director y mi profesor allí fue el Sr. Muhammad Heykal, y fue allí donde conocí a mis amigos de la niñez Nael Hashem, Ahmad Al-‘Omari y Jamal Jaber. Junto a la escuela estaba el hospital Dr. Al-Dajani, donde mi hermano Nadim fue tratado con penicilina por primera vez en Palestina… La escuela y el hospital siguen de pie pero están rodeadas de estructuras israelíes.
«Luego, fui a nuestra casa. Desgraciadamente, se está desmoronando y el ‘centro de rehabilitaciones’ que solía estar allí ha sido reubicado. Fue una vez una casa bonita con un amplio jardín. [Viví allí] con mi padres, mis queridas hermanas Meison y Nuha y mi hermano Nadim nació allí. Mi abuela Umm Rushdi, fue la ‘bendición’ de esa casa. Nunca se me ha permitido entrar en mi casa y ver a mi [antigua] habitación.
«Una mujer judía nos detuvo en la calle Al-Nuzha y gritó: ‘Los judíos lamentablemente les robaron su ciudad y saquearon sus casas durante y después del Nakba. Esta es su ciudad y estos son sus hogares. Cuan avergonzada estoy para ser judía y que les robamos’. Fuimos caminando por las calles de Jaffa. Nuestra casa en el barrio Al-Manshiyya ya no existe, ya que [los judíos] se robaron todo el vecindario y se lo anexaron a Tel Aviv. Entregaron el puerto a los marchantes de arte. El resto de la ciudad sigue estando tal como la recuerdo como un niño de 8 años. El aroma a jazmín típico de Jaffa, y que [siempre] me recuerda a ella, se ha ido. Me acuerdo de lo mucho que el aroma a jazmín en Nicosia y Chipre durante mi primera visita allí, me recordó a Jaffa.
«Al final de nuestra visita nos dirigimos a la espectacular playa del [vecindario] Al-‘Ajami en Jaffa y los restaurantes de pescado árabes palestinos allí. Una [persona allí] me preguntó: ‘¿Se siente usted [ahora] como un extranjero en su ciudad?’… Yo dije: ‘Por supuesto que no. Siento que estoy en mi ciudad y que nunca la dejé. Mi derecho a retornar aquí no se ha perdido. Safed, mi ciudad natal, es mi ciudad, Gaza, la ciudad de mi padre y su familia es mi ciudad; Jaffa es mi ciudad y la gloriosa Jerusalén es mi ciudad. Nablus, la ciudad de mi esposa, así como también Hebrón, Acre, Belén, Beersheva y Nazaret – todos ellas son mis ciudades.
«Nuestra causa es justa y nosotros le hemos propuesto sinceramente [a Israel] dos soluciones muy humanas para lograr una patria y la paz: O un estado democrático para ambos, o dos estados vecinos soberanos e independientes viviendo en paz y seguridad, con [nosotros disfrutando] el derecho al retorno a los pueblos y aldeas de la que fueron expulsados. Pero ellos se negaron.
«Este pueblo se adherirá a su lucha, su esperanza, su creatividad y su firmeza, hasta que actualice la libertad e independencia de su tierra y el regreso de su pueblo. Jaffa permanecerá en el corazón y en la mente».
Cuando Shaat dice: «Nos fuimos antes de que cayera» en definitiva dice…»…no nos echaron…mis Padres decidieron hacerlo, de acuerdo a sus ideas sobre lo que convenia hacer…»
Importante recordarlo cuando algun Europeo hable sobre la «evacuacion forzada de los Palestinos de Jaffa».