Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
¿Qué podemos esperar del año 2016 en el Medio Oriente? 2015 fue un año de transición, lo que significa que no ha habido cambios inmediatos o espectaculares: el régimen de Bashar Assad en Siria sobrevivió una vez más a su propia caída gracias a que Rusia fue a ayudarlo. El grupo Estado Islámico sufrió grandes pérdidas y una mengua significativa de fuentes de mano de obra y de ingresos, pero pudo retener la mayor parte de sus territorios. La guerra saudita contra los chiítas en Yemen no ha ganado ningún punto decisivo, pero los chiítas houthis están retirándose de Adén y de la parte sureste del país. La guerra en Libia también continúa, sin ningún lado que pueda cantar victoria, pero los jihadistas aumentaron su área de control en el norte y se acercan a la media luna petrolera de Libia.
El mundo árabe estaría muy feliz de olvidar el año 2015, un año en el que decenas de miles de civiles murieron en atentados, guerras civiles y ataques terroristas en todo el Medio Oriente. ¿Qué clase de año será 2016 en el Medio Oriente? ¿Cómo afectarán estas amenazas a Israel?
Escalada significativa en el conflicto sunita-chiíta
En el primer año de su reinado, el Rey saudita Salman bin Abdulaziz Al Saud se ha convertido en el líder de la lucha sunita contra el eje chiita. El año 2016 comenzó con la ejecución de un líder chiíta en Arabia Saudita, el Sheikh Nimr al-Nimr. La reacción en Irán fue el de manifestantes incendiando la embajada saudita en Teherán. En represalia, Arabia bombardeó la embajada de Irán en Yemen.
En 2015, Arabia Saudita intensificó su guerra económica produciendo grandes cantidades de petróleo y reduciendo el precio por barril, lo que perjudicó seriamente las economías de Irán y su aliado Rusia.
La medida saudita de cortar lazos con Irán fue una bola de nieve. A raíz de la quema de la embajada saudita en Irán, los países leales a Arabia Saudita también cortaron sus lazos con Teherán.
En África, Djibouti y Sudán, ambos geográficamente cerca de Arabia Saudita y ubicados en la ruta de los buques petroleros en el Mar Rojo. Es seguro asumir que al tomar esa medida, las dos naciones esperaban el apoyo económico de la superpotencia petrolera árabe.
Entre los Estados del Golfo, Bahrein, el más leal a Arabia Saudita, también se apresuró a cortar sus lazos con Irán, con quien tiene un conflicto en curso. El régimen sunita minoritario en Bahréin (Al Khalifa) acusó a Irán en el pasado de aprovechar la «Primavera Árabe» para fomentar disturbios chiítas en el país, y recientemente señaló a Teherán como quien arma a terroristas en el pequeño reino.
Kuwait, Qatar y Jordania, todos convocaron a los embajadores iraníes en sus países, y Kuwait también decidió, recientemente, ejecutar a «traidores» chiítas que estaban espiando para Irán y tenían vínculos con Hezbollah.
La Liga Árabe también emitió una enérgica condena por la quema de la embajada saudita en Teherán.
[El Líder Supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, izquierda, y el Rey Saudita Salman bin Abdulaziz Al Saud (Fotos: MCT, AP)]
No hay duda de que el corte de los lazos entre los líderes de los ejes sunita y chiíta reducirá, este año, las probabilidades de una resolución o un acuerdo de paz en Yemen y Siria. El régimen sirio tratará de aprovechar la presencia rusa para hacer tantos avances militares y estratégicos como sea posible, mientras que Arabia Saudita tratará de llegar a una solución en Yemen este año. Sin embargo, los rebeldes sunitas en Siria están mostrando mucha determinación en su lucha, mientras que en Yemen la retirada de los houthis es lenta, y todavía siguen contraatacando.
El año 2016 también se inició con un acuerdo estratégico saudita-turco, cuyos detalles aún no se conocen. Parece que los sauditas están tratando de unir a los países sunitas contra Irán. A tal efecto, el reino está tratando de reconciliar a dos de sus aliados – Egipto y Turquía.
ISIS en retirada
La mejor noticia para el nuevo año es la primera etapa de la retirada del Estado Islámico, un proceso que recién se inició en los últimos meses. En los días previos al final de 2015, el ejército iraquí logró, con la ayuda de los ataques aéreos estadounidenses, recuperar Tikrit, así como Ramadi, la mayor ciudad de la gobernación de Anbar.
La milicia kurda tuvo éxito en recapturar de ISIS la ciudad de Sinjar en Irak y Kobani en Siria, así como Tel Abyad cerca de la frontera turca y, recientemente, la estratégica represa Tishrin cerca de Aleppo.
[Milicias kurdas recapturando Sinjar de ISIS (Foto: MCT)]
Dos grandes campañas se esperan en 2016, que determinarían el destino del Estado Islámico – las batallas por sus dos capitales, Mosul en Irak y Al-Raqqa en Siria. Dado que ISIS es todavía muy fuerte, los preparativos para estas batallas tomarán mucho tiempo.
En los últimos meses, ha habido también un importante punto de inflexión en lo que respecta a las fuentes de financiación de ISIS, por frecuentes bombardeos de los campos petroleros bajo su control, que le proporcionan a la organización cerca de la mitad de sus ingresos, y los recientes ataques contra su «bancos de efectivo”. Algunos de los campos petrolíferos más ricos, como en Baiji, fueron recapturados por el ejército iraquí.
¿Preparando una alternativa en Libia?
Parece que ISIS está compensando sus pérdidas con ataques terroristas internacionales y expandiéndose más allá de los territorios del «Estado Islámico», sobre todo en Libia, Yemen, Afganistán y los países de África del Norte.
Libia, donde hay anarquía de guerras tribales, parece ser una alternativa posible si la organización sufre pérdidas significativas en Siria e Irak. La proximidad de ISIS-Libia con Europa, y el hecho de que está rodeada de desiertos, permite el suministro de armas y la llegada de más reclutas.
[ISIS ejecutando a cristianos coptos en Libia (Foto: AP)]
La organización controla actualmente varias ciudades del país, incluyendo Darnah y Sirte, y está rodeando la media luna petrolera de Libia. Para ISIS sería mucho más fácil montar ataques terroristas en Europa si establece un Emirato Islámico en Libia, que está cerca de Italia.
El futuro de la ‘Intifada de cuchillos’
El final de la actual ola de ataques palestinos con cuchillos todavía no está a la vista, pero no representa una amenaza existencial para Israel. El hecho de que israelíes árabes se hayan unido a la violencia es especialmente preocupante, pero sigue siendo del dominio de una pequeña minoría. Las probabilidades de que esta ola de terrorismo se convierta en una completa intifada, como las de 1987 o 2000, son escasas debido a la división entre las facciones palestinas.
El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, teme que Hamas trate de aprovechar la ola de violencia para adueñarse de la Margen Occidental, por lo que no tiene ningún interés en una nueva escalada. Hamas está interesado en la reanudación de la lucha, pero no ahora cuando está en medio de una grave crisis.
[El Presidente palestino Abbas (Foto: AP)]
Hamas está sufriendo bajo la carga de drásticas medidas político-económicas: Irán todavía está castigándolo por traicionar al régimen de Assad y unirse a los rebeldes sunitas, el dinero que Qatar le prometió a Gaza no llega, tal vez debido a un veto saudita, y Egipto está luchando contra la Hermandad Musulmana e inundando los túneles de contrabando entre la Franja y el Sinaí con agua. Israel está imponiendo un bloqueo a la Franja de Gaza. Los esfuerzos sauditas para reconciliar a Turquía y Egipto, los esfuerzos de normalización de Israel y Turquía, tampoco presagian nada bueno para Hamas.
El eje Mukauma (resistencia) en crisis
Como ya hemos establecido, 2016 se inició con una serie de medidas políticas de países sunitas opuestos a Irán. Irán vio a sus oponentes, que previamente habían estado divididos, establecer vínculos más estrechos. La guerra en Yemen es un mensaje saudita a Irán de que no se le permitirá un punto de apoyo en la península árabe.
A nivel estratégico, el «eje de resistencia» chiíta Irán-Irak-Siria-Hezbollah entró en crisis en 2015. La intervención rusa en Siria muestra que el gobierno en Damasco estaba al borde del colapso y que la ayuda de Irán y de Hezbollah era insuficiente. En Yemen, los houthis, aliados de Irán, están en retirada. Sólo en Irak las milicias chiítas, que ayudaron al ejército iraquí en la lucha contra ISIS, tuvieron algunos logros. Este éxito, sin embargo, se le atribuye principalmente a la asistencia aérea estadounidense.
[Samir Kuntar, a la derecha, y los restos del edificio donde fue asesinado (Foto: EPA)]
La guerra en Siria dio lugar a muchas víctimas de Hezbollah. Los asesinatos de Jihad Mughniyeh, el hijo del asesinado líder de Hezbollah, Imad Mughniyeh, y Samir Kuntar, a finales de 2015 (que se atribuyeron a Israel), fueron duros golpes para la organización terrorista libanesa. El mensaje parece claro: Israel no permitirá que el «Mukauma» abra un frente activo en los Altos del Golán.
¿Un año de crisis para Irán?
Irán necesita superar el obstáculo de las elecciones parlamentarias de febrero, que se compone de la Asamblea Consultiva Islámica y de la Asamblea de Expertos, mientras enfrenta la amenaza de renovados disturbios. Por primera vez, los dos cuerpos tendrán elecciones al mismo tiempo. Los reformistas en el país han señalado el 30 de diciembre como el día de conmemoración por los muertos en las protestas de 2009 que siguieron a las controvertidas y amañadas elecciones. El portavoz religioso principal de Teherán advirtió de disturbios organizados por parte de los reformistas, que son, según él, «aún más peligrosos para el estado que la guerra Irán-Irak».
A pesar del levantamiento de las sanciones a raíz de la implementación del acuerdo nuclear con las potencias mundiales, tomará mucho tiempo mejorar la economía de Irán, como lo ha prometido el Presidente iraní, Hassan Rouhani. Una progresión muy lenta de la economía iraní podría decepcionar a muchos jóvenes y fomentar las protestas contra el régimen.
[El Presidente iraní, Hassan Rouhani (Foto: MCT)]
El deterioro de la salud del Líder Supremo, Ayatollah Ali Khamenei, también podría impactar este año las políticas de Irán. Según varios informes, la lucha sobre quién lo sucedería ya ha comenzado, y la facción extremista de la Guardia Revolucionaria y la Milicia Basij tienen una ventaja política y militar sobre sus oponentes en el campo «moderado» (que incluyen a Rouhani y a los ex presidentes Mohammad Khatami y Akbar Hashemi Rafsanjani). Las últimas provocaciones de la Guardia Revolucionaria contra la Marina Estadounidense muestran la oposición del campo más extremista al acuerdo nuclear, y sus ambiciones para evitar la postergación del proyecto nuclear por diez años, como lo exige el acuerdo nuclear firmado en el verano de 2015 con las seis potencias mundiales. Los conflictos internos de Irán afectarán a la amenaza nuclear para el mundo sunita y para Israel.
Egipto – la lucha contra el terrorismo y la pobreza
Egipto, encabezado por el presidente Abdel Fattah al-Sisi, durante dos años y medio ha preservado exitosamente la estabilidad política, que es el doble de la cantidad de tiempo que la Hermandad Musulmana, encabezada por Mohammed Morsi, estuvo en el poder. A pesar de los ataques terroristas en el país y la actividad de ISIS en el Sinaí, el poder del gobierno es fuerte, gracias a la lealtad del ejército al presidente, que provino de sus filas. Las elecciones parlamentarias fueron buenas, pero la participación fue muy baja. Garantizar la estabilidad a largo plazo depende principalmente de la mejora de la situación económica de la población civil.
[El Presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi (Foto: EPA)]
La economía egipcia ha sufrido recientemente un duro golpe debido al derribo del avión ruso en el Sinaí. El turismo es uno de los sectores más importantes de la economía egipcia. Tampoco la ampliación del Canal de Suez, que costó una fortuna, hasta ahora, ha producido los frutos deseados.
Los Estados del Golfo y Arabia Saudita le están suministrando a Egipto una tabla de salvación económica en estos tiempos difíciles. Sin embargo, el camino hacia la estabilización de la economía egipcia, que se ha desmoronado desde la revolución de enero de 2011 que derrocó al régimen del presidente Hosni Mubarak, aún es largo. Se espera una exitosa guerra contra el terrorismo para que vuelvan los turistas. Los egipcios que luchan contra el terrorismo en el Sinaí y cierran la frontera con la Franja de Gaza, también son importantes para la seguridad de Israel.
La guerra civil siria entra en su quinto año
Los ataques aéreos del ejército ruso han provocado la muerte de miles de civiles, y algunos cambios en el equilibrio de poder en Siria en este momento. El asesinato del líder del Ejército Islámico Zahran Alloush por un avión ruso, hace aproximadamente dos semanas, fue un duro golpe para los partidarios de Arabia Saudita entre los rebeldes sirios. Los bombardeos rusos permiten que las fuerzas del régimen vayan de la defensiva a la ofensiva, y ha comenzado a retomar varios territorios suburbanos cerca de las ciudades de Latakia, Hama y Alepo.
[El Presidente sirio Bashar Assad (Foto: AP)]
En otros territorios, como el sur de Damasco, las fuerzas rebeldes jihadistas han desalojado tras un acuerdo alcanzado gracias a la mediación de la ONU. Es seguro asumir que el cansado ejército de Assad no logrará, en 2016, retomar los territorios que perdió en los últimos cinco años, pero la ayuda rusa le ayudará a fortalecer su dominio sobre los territorios que posee ahora.
Los rebeldes moderados siguen controlando el sur, en la frontera con Israel y Jordania. Los rebeldes en esta zona tienen ayuda en forma de armas y fondos de Arabia Saudita y los Estados del Golfo. Una pequeña célula de ISIS, Shuhada al-Yarmuk (la Brigada de los Mártires de Yarmouk), no está lejos de la frontera en los Altos del Golán, pero está constantemente ocupada luchando contra otras facciones de rebeldes.
¿Qué significa todo esto para Israel?
Los conflictos internos en el mundo musulmán están neutralizando las amenazas para Israel:
La «intifada de cuchillos» no va a ninguna parte, Hamas está bajo un asedio económico y diplomático, el ejército sirio está siendo erosionado por la lucha contra los rebeldes, ISIS en el Sinaí está luchando por sobrevivir contra Egipto, el resto de los terroristas del Estado Islámico todavía están muy lejos y, para llegar a las fronteras de Israel, la organización debe pasar a través de sus muchos rivales – las fuerzas rebeldes sunitas, Hezbollah y el ejército sirio respaldado por Rusia. Las fronteras están tranquilas por ahora, Jordania y Egipto mantienen la estabilidad, el ejército libanés está evitando los conflictos, y los rebeldes en la frontera siria están ocupados luchando contra las fuerzas de Assad.
A partir de 2016, los principales enemigos del mundo árabe sunita son ISIS e Irán, pero eso no quiere decir que Israel ha dejado de ser un enemigo. Recientemente, uno de los canales de TV de Egipto, Al-Khamis, llevó a cabo una encuesta entre personas de diferentes edades. Se les preguntó, «¿Israel sigue siendo el enemigo?» Todos ellos respondieron afirmativamente.
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