Ana Garralda:
¿Qué tal? Quería hacerle algunos comentarios y observaciones sobre la nota «La lucha de la mítica (sic) Belén para escapar de la crisis que la acorrala», publicada ayer, domingo 18/12/16, en el diario argentino Clarín (pág. 38). (http://www.clarin.com/mundo/mitica-Belen-escapar-crisis-acorrala_0_1706829461.html)
Lo más patente que uno encuentra al hacer una primera lectura del artículo es la sorprendente cantidad de errores (no sólo gramaticales), inexactitudes, maniqueísmos y parcialidad de la nota, por una autora que, se supone, debería tener experiencia y conocimiento sobre una región que está cubriendo periodísticamente desde hace varios años.
Si, para complementar la lectura de su texto, uno se pone a profundizar sobre su ideología, su parcialidad en este conflicto, Ana, ya se manifiesta con fuerza en los títulos de algunos de sus artículos previos (léase proclamas antiisraelíes) en ElDiario.es -también antes en El País- («La batalla contra la impunidad por los ataques israelíes contra escuelas de la ONU en Gaza», «Israel corta el agua a palestinos de Cisjordania en verano y en pleno Ramadán», «Israel desmantela las infraestructuras financiadas con fondos europeos y españoles en Cisjordania», «De Jerusalén a Hebrón: ocupación, violencia y más control», «Jerusalén Este bajo el cerco israelí» y así indefinidamente).
O sea, partimos de la base de cuál es la postura que usted desarrollará en los artículos sobre el conflicto israelo-palestino, independientemente de que usted tendría que manejar y presentar la información de forma objetiva.
UN POCO DE HISTORIA NO HACE MAL
Vayamos a su ‘artículo’ del día de ayer en Clarín, sobre Belén. Belén no es una ‘ciudad mítica’, sino real. Bethlehem (‘casa del pan’ en hebreo, pues en la zona vivían muchos panaderos) pertenecía al reino de Judá. La historia dice que, muchísimo tiempo antes de que el judío Yehoshua naciera allí de sus padres judíos Yosef (descendiente del rey David) y Miriam, había muerto la matriarca Rajel (cuya tumba esta a la entrada de la ciudad) y luego también había sido coronado el rey David. Esto es: la ciudad tiene una antiquísima historia hebrea. En tiempos modernos, tras la guerra perdida por los árabes contra Israel en 1948, la ciudad quedó en poder de Transjordania, hasta que Israel la recuperó en 1967, luego de su victoria en la Guerra de los Seis Días. Desde el 22 de diciembre de 1995, a raíz de los Acuerdos de Oslo, la histórica ciudad hebrea de Bethlehem fue transferida como parte del territorio autónomo administrado por la Autoridad Nacional Palestina que, desde ese momento, se hizo responsable de la situación de sus habitantes, tanto musulmanes como cristianos.
Por eso, en principio, insistir varias veces en el artículo con que Belén es la ‘cuna del cristianismo’ sólo porque allí nació el judío Jesús es, cuanto menos, inexacto, pues el cristianismo como tal no existía en ese momento ni por asomo. También es errado el epígrafe de la foto: Jesús no nació ‘en la Basílica de la Natividad’, sino que la Basílica (construida en el siglo IV d.C., o sea, mucho después del nacimiento de Jesús) fue erigida en el sitio físico donde se cree que nació Jesús (probablemente, en la casa de sus padres).
ALGUNAS ESTADÍSTICAS
Dejando de lado estas imprecisiones de su artículo, lo que en líneas generales la nota no explica es por qué supuestamente se han ido yendo los cristianos de la zona. No hay números en el artículo, no hay fuentes o documentos citados. Está claro que la situación de Belén no puede aislarse del contexto de la vida de los cristianos en todo Oriente Medio. Curiosamente, o no tanto, Israel es el único país del Medio Oriente en el cual la población cristiana creció en número en los últimos 60 años, por lo que, en consecuencia, el conflicto israelí-palestino no ha hecho que esos cristianos huyan de Israel. En 1949, había aproximadamente 34.000 cristianos viviendo en Israel. A finales de 2011, había aproximadamente 125.000 cristianos árabes que vivían en Israel.
Ver:
http://israelipalestinian.procon.org/view.resource.php?resourceID=000636#graph2http://www.jpost.com/National-News/CBS-report-Christian-population-in-Israel-growing
http://www.charismanews.com/world/40382-christian-population-in-israel-grows-but-prejudice-remains
http://www.cbs.gov.il/statistical/statistical60_eng.pdf
http://www.israelnationalnews.com/News/News.aspx/163468
https://www.algemeiner.com/2013/12/26/israel%E2%80%99s-christian-population-continued-to-rise-in-2013/
En términos globales, considerando la presencia cristiana en países musulmanes, los cristianos conforman el 5% de la población en Medio Oriente (en la ANP, los cristianos conforman entre el 0,9 y el 1,7% de la población), frente al 20% de comienzos del siglo XX. Los árabes cristianos son un millón y residen en gran parte en Líbano, Siria, Israel, Autoridad Palestina y Jordania. A nivel general, se estima que los 12 millones de cristianos de la región de Medio Oriente probablemente caerán a 6 millones para el año 2020. En cuanto a Belén, específicamente, según una estimación del Instituto Diyar, en 2007, había 7.140 cristianos viviendo en la ciudad de Belén, la cual tenía una población total de 25.266 personas. Eso indica que los cristianos constituían aproximadamente el 28 por ciento de la población de la ciudad. Un informe de 2011 publicado por el Consejo Judío de Asuntos Públicos dijo que “el porcentaje de cristianos de la ciudad de Belén ha disminuido del 75 por ciento en 1945 al 28,3 por ciento en 2007. Un factor significativo en esta disminución ha sido el crecimiento de la población musulmana”.
CAUSAS DE REDUCCIÓN DEL NUMERO. DE CRISTIANOS EN PAÍSES ÁRABES
Las principales causas de este descenso son:
1) tasas de nacimiento bajas comparadas con las de los musulmanes
2) crecimiento de la emigración
3) incremento del sentido de religiosidad y nacionalidad palestina musulmana
4) persecución y violencia de los musulmanes hacia los cristianos
Este último punto ha preocupado mucho a la Iglesia en los últimos 20 años. La realidad indica que, después del discurso que el Papa Benedicto XVI pronunció en Ratisbona sobre la relación entre la violencia y las religiones (septiembre de 2006), cinco iglesias cristianas -entre ellas, dos ortodoxas- fueron destruidas con bombas o baleadas por árabes en la Franja de Gaza y en Cisjordania. Algunos años antes, en 2002, 200 palestinos, 50 de ellos armados, entraron y ocuparon por la fuerza la Basílica de la Natividad de Belén durante 39 días. Eran perseguidos por la IDF por atentados cometidos en Cisjordania.
En definitiva, la violencia palestina y la persecución y agresión de los musulmanes a los cristianos en Medio Oriente son los elementos que, en general, explican por qué muchos se escapan de la región. Esto no es mencionado en el artículo. Sí se habla del muro de seguridad que Israel debió construir en 2002 para proteger a sus ciudadanos de los constantes atentados suicidas palestinos, que dejaron centenares de muertos civiles durante la Segunda Intifada. Por cierto, quedó demostrado que los muros de seguridad instalados por Israel disminuyeron el terrorismo palestino en un 95%. Así, resulta lógico considerar que los muros defensivos y los controles (tres veces al día dice su artículo) son necesarios para resguardar la seguridad de la población israelí frente a un pueblo que, es evidente, ha buscado y sigue buscando (por suerte, sin éxito) todas las maneras posibles para intentar extinguirla. Hubo guerras, atentados, lanzamientos de misiles y ahora ataques aislados e individuales con armas blancas de ciudadanos árabes israelíes dentro del mismo Israel. Está claro que ninguna de estas acciones ha buscado que los palestinos tengan mejores condiciones de vida ni ha sido beneficiosa para la paz y el mutuo acuerdo en la región. Pero todo esto tampoco aparece escrito en esa suerte de panfleto turístico antiisraelí que usted redactó sobre Belén.
La mención de las supuestas acciones desleales de los operadores turísticos israelíes para que los turistas duerman en Jerusalem y no en Belén corre sólo por cuenta de usted, ya que no hay pruebas que demuestren que eso sea así, ni por testimonios recogidos ni por documentación de ningún tipo. Esta afirmación no es propia de una periodista que se precie de tal.
En cuanto a los «6 millones de refugiados palestinos» que cita usted en el artículo (según ‘el mensaje navideño del consistorio’), la cifra es inexacta, pues la UNRWA y la ACNUR cuentan como ‘refugiados’ a 1,2 millón que vive en Gaza y 886.716 en Cisjordania. O sea, dos millones de personas que viven en la ANP, claramente, no son ‘refugiados’. Del resto, muchos viven hace bastante tiempo en Jordania (2,1 millones) y Líbano (470 mil). También hay 240 mil en Arabia Saudita y otros en Egipto, Libia, Argelia e Irak. Si todos esos refugiados, después de tanto tiempo viviendo en estos países, no han sido considerados como ciudadanos plenos en esas naciones, es responsabilidad de esos países mantenerlos bajo esa condición.
Es curioso también que, en los últimos dos párrafos, la nota mezcle a los refugiados de Siria, los refugiados palestinos y el concepto de la Navidad. La inmensa mayoría de estos refugiados, Ana, no es cristiana, sino musulmana, por lo cual ninguna de esas personas tiene planificado ni desea reunirse con sus familiares a celebrar la Navidad. Es un error bastante grueso de su parte.
El cierre de la nota es otro rasgo de su (ya cansadora) manipulación informativa: habla de ‘ocupación de Belén’, pero el propio artículo se contradice, pues usted cita a la alcaldesa hablando de Belén como ‘ciudad segura y alegre’. Ninguno de sus entrevistados menciona ocupación alguna, y no tendría por qué: la ciudad es libre y está en posesión de los palestinos desde 1995 (hace 21 años). Belén está rodeada, sí, de un muro defensivo israelí y hay controles israelíes para el ingreso de población extranjera a su país. Son temas lógicos de seguridad, tras décadas de atentados y violencia palestinos, pero la ciudad de Belén sólo está ‘ocupada’ por sus ciudadanos palestinos (musulmanes y cristianos).
En fin, Ana, su nota realmente da pena y podría haber sido escrita con mucha mejor y más sólida información si usted, de antemano, hubiera dejado de lado su postura antiisraelí, hubiera consultado más fuentes, hubiera puesto más datos y números concretos, hubiera investigado más sobre la historia de la ciudad, etc. O sea, si hubiera hecho el trabajo que todo buen periodista realiza al redactar un artículo. No es su caso, ciertamente.
Le deseo, Ana, que, a pocos días de Januca, la ‘Fiesta de las Luminarias’, pueda usted recibir un poco de esa iluminación sagrada para entender más sobre el conflicto, escribir libre de prejuicios e informar como corresponde a los lectores.
Saludos cordiales
***Lic. Román Frymer (comunicador, periodista y escritor)
PD: Aquí tiene algunos links que le van a venir bien para aprender más sobre este tema:
http://www.israelhayom.com/site/newsletter_article.php?id=6865
http://www.revistamo.org/article/sojourners_describe__a_israel_como_el_centro_de_la_crisis_cristiana_en_medio_oriente.asp
http://protestantedigital.com/internacional/28653/Hay_once_paises_con_39persecucion_extrema39_a_los_cristianos
http://www.lanacion.com.ar/1774349-bajo-fuego-la-persecucion-de-cristianos-crece-en-el-mundo-musulman
NOTA DE PORISRAEL.
Román Frymer, que es periodista, le escribió una respuesta al mail personal de ella, así como al editor de El Mundo de Clarín, Marcelo Cantelmi, con copia a varios medios de comunicación
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