Ana Jerozolimski
Semanarrio Hebreo. Uruguay
Es lamentable reconocerlo, pero la organización integrista islámica Hamas, parece ser más realista que la Autoridad Nacional Palestina. El Presidente de la ANP Mahmud Abbas invitó a líderes árabes a visitar Jerusalem, como si fuera su casa….y el portavoz de Hamas en Gaza Fawzi Barhum, rechazó la invitación señalando que eso sería “aportar a la normalización con Israel” y que Hamas aceptará ir a la ciudad “sólo para liberarla de la ocupación”.
O sea..si movemos el velo de la terminología cargada de política y slogans , lo que queda es que Abbas invitó a otros a visitar Jerusalem como si fuera su capital y Hamas le respondió que se deje de tonterías, ya que Jerusalem está bajo gobierno de Israel.
Esto no significa, claro está, que Hamas reconozca la legitimidad del gobierno israelí en Jerusalem ni nada que se le parezca, pero sí ridiculiza la “invitación” de Abbas, formulada como si él fuera el dueño de casa.
Como muchos otros habitantes de Jerusalem, consideramos que el lema de la “Jerusalem unificada” es problemático. Claro que no se puede aceptar el Muro de los Lamentos y la Ciudad Vieja, con todos sus santuarios, en manos árabes. La historia mostró que eso fue una fórmula nefasta, impuesta-cabe recordar-por la guerra que los árabes lanzaron contra Israel en 1948 apenas fue creado de acuerdo a una resolución de la comunidad internacional.
Sin embargo, hay dos mundos de por medio. Y mantener la soberanía israelí en el Muro de los Lamentos, no significa tener que mantener dentro del perímetro municipal a barrios árabes que nada tienen que ver ni con el legado judío, ni con el sentimiento de ninguna de las partes. Bien saben quienes viven en barrios mayormente judíos lindantes con zonas árabes dentro de Jerusalem, cuán problemática es la cercanía, cuántos riesgos de seguridad existen y cuánta incomodidad está involucrada.”Yo estoy por una división hoy mismo”, es una frase que oímos a menudo de israelíes residentes en Jerusalem. Y no porque quieran regalar nada a los palestinos, sino precisamente porque quieren preservar a Jerusalem como la capital del Estado judío.
Pero entre esta situación y las posturas oficiales palestinas, hay un largo trecho.Hay, una distancia inaceptable.
En un discurso formulado por el Presidente palestino días atrás en Qatar, en una conferencia sobre “la judaización” de Jerusalem que contó con la participación de 350 figuras árabes y fue convocada por la Liga Arabe, Mahmud Abbas habló como un verdadero enemigo. Y la pregunta de fondo es si lo hizo como un enemigo mal informado o consciente de las terribles distorsiones históricas y falsedades que estaba difundiendo.
Abbas comparó al gobierno israelí con la ocupación del Imperio Romano y de los Cruzados, en un evidente intento de presentar a Israel como extranjero, foráneo que nada tiene que ver con la ciudad. Expresó dudas de que haya existido alguna vez el Templo judío en Jerusalem , acusó a Israel de tratar de provocar daños a la mezquita de Al Aksa agregó que Israel quiere hacer una limpieza étnica de los árabes de Jerusalem oriental.
Volvemos a las distancias….Discrepamos con las iniciativas, sean particulares o avaladas por el Estado, de sectores de la derecha nacionalista, de instalarse en medio de poblaciones árabes en Jerusalem oriental, porque consideramos que esa no es forma de luchar por los derechos y que azuzando provocaciones, no se llega a buen puerto. Pero entre eso y poder escuchar a Abbas sin que le hierva a uno la sangre..hay una gran distancia.
«El objetivo de Israel es judaizar a Jerusalem y presentarla como la capital del Estado ocupante”, declaró el Presidente palestino en la mencionada conferencia.
¿Judaizar Jerusalem? Jerusalem es judía desde hace milenios..no hay que judaizarla..El pueblo judío fue el único que la convirtió en su capital. Desde que la ciudad jebusea fue hecha capital del Rey David y desde que su hijo Salomón construyó en ella el Templo Sagrado, pasó mucha agua bajo el puente hasta que surgió el Islam. Tal como nos dijo la arqueóloga Dra. Eilat Mazar, especializada justamente en arqueología de Jerusalem, “la historia no comenzó en el siglo VII con el surgimiento del Islam, sino milenios antes”.
El problema es que tratar este tema a raíz del discurso del Presidente Abbas, nos impone una combinación entre el enojo y la preocupación. Ansiamos profundamente el logro de la paz. Estamos convencidos de que también Israel tiene cosas que cambiar y pasos importantes a dar a fin de que esta sea lograda. ¿Pero acaso depende sólo de Israel? ¿Acaso la línea que está adoptando Abbas hace mucho, que linda con la desligitimación de Israel y su vínculo histórico con su tierra ancestral, puede inspirar confianza? ¿Acaso las reivindicaciones palestinas en temas legítimamente discutibles, como los asentamientos, tienen que ir acompañadas de diatribas , falsedades históricas y distorsiones tales como las expresadas en Qatar?
Y nos preguntamos….¿Cuál es el problema verdadero? ¿Son conscientes de la problemática de su propia narrativa y por eso inventan grietas en la israelí? ¿O realmente no creen que Israel tiene derechos en la tierra de sus antepasados? Es que si es así…ni siquiera la eventual firma de un acuerdo de paz equivaldrá al verdadero fin del conflicto.
Que piense Abbas si eso es lo que realmente quiere para su pueblo.Si comprende que esa opción no es buena, que paralelamente a sus discusiones legítimas con Israel, comience a educar a su pueblo para la paz en lugar de venderle mentiras . Ya es hora.
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