CIDIPAL 23.4.2012
La hostilidad de los miembros de la Knesset y los diplomáticos israelíes hacia uno de los programas insignia de la televisión norteamericana, “60 Minutos”, no es nueva. En el pasado, el programa de actualidad logró despertar enojo después de investigar temas como los asentamientos en Jerusalén Oriental o el virus Stuxnet, que afectó las computadoras del programa nuclear iraní. El último programa, transmitido ayer, al ocuparse de la partida de los palestinos cristianos de Jerusalén y Belén, se convirtió en un nuevo objetivo para el embajador Michael Oren. En el último tiempo, Oren trabajó por cambiar la nota proyectada ayer sobre la intervención de Israel en la partida de los cristianos de Belén y Jerusalén, al dirigirse personalmente a los jefes de la CBC y exigiéndoles que intervengan en sus contenidos.
En el programa, el veterano periodista Bob Simon, reprendió al embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren, por sus esfuerzos y dijo que no recuerda un caso parecido en el cual se hiciera un reclamo antes de la proyección. “Siempre hay una primera vez”, respondió Oren con tensión, mostrándose muy nervioso durante la entrevista. “Hago esto como representante del Estado de Israel. No es algo que haga con frecuencia”, explicó.
Las reacciones a la nota fueron numerosas, comenzando con elogios a Simon por “revelar el camino por el cual el gobierno de Israel intenta silenciar a todos” y siguiendo por quejas por la “errónea nota”. La última fue también el argumento de Oren para quien no se puede acusar a Israel por la partida y que, en todo caso, hay que preocuparse más por la persecución de cristianos en otros países del Medio Oriente.
En la embajada en Washington vieron, en la nota proyectada finalmente, una victoria diplomática y el esfuerzo de Oren por intervenir un ejemplo claro de estilo activo en la diplomacia israelí. “Las relaciones de Israel y el mundo cristiano es de interés estratégico”, explicó un diplomático destacado en conversación con Ha´aretz y cuando recibimos información sobre la nota hace algunos meses –y la intención de proyectarla sin reacción israelí- el embajador Oren hizo lo que un diplomático debe hacer a fin de impedir un daño al estado que representa”. “Lo que exigimos hacer fue reaccionar sobre ello (la nota) y les sugerimos que dialoguen con otras fuentes cristianas”, agregó el diplomático. “Por lo que nos enteramos, no lo hicieron. Pero, de todos modos, el resultado no es tan malo como pudiera haber sido sin intervención israelí”. Según sus dichos “el producto último fue un informe erróneo vinculado a varios temas conocidos que deben resolverse entre Israel y los palestinos, pero tenía potencial de estallido estratégico” dijo y destacó que, la embajada, cooperó con la Cancillería y otros elementos más en el tema.
Hace dos semanas, el Diputado Ahmed Tibi envió una carta de reclamo al Director General de la Cancillería contra Oren, por un telegrama publicado por el embajador algunos días antes, según el cual sostuvo que, a pesar de ser Tibi admirador de los terroristas suicidas, se desempeña como Vicepresidente de la Kneset.
En la nota publicada en la revista Foreign Policy, bajo el título de “La estable democracia de Israel”, Oren sostuvo que los ciudadanos árabes de Israel son acreedores a la igualdad de derechos y que el Primer Ministro de Israel, David Ben Gurion, afirmó que tenemos la obligación de permitir a los ciudadanos árabes votar en las elecciones e ir hacia la Knesset. “De hecho, Israel manifestó tolerancia hacia hechos que, en cualquier estado democrático, hubieran sido considerados traición. Ahmad Tibi, que en el pasado fuera asesor del Presidente de la OLP, Yasser Arafat y que, hace poco, elogiara a los terroristas suicidas, se desempeña como miembro de la Knesset.
Un día antes, Oren envió a la editorial de The New York Times una dura carta de protesta por la investigación publicada en el diario sobre el tema de las estrechas relaciones del Primer Ministro Biniamin Netanyahu y el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney. En la carta, Oren rechazó los argumentos que Netanyahu interviene en la carrera presidencial de Estados Unidos. “Israel no se ocupa en los asuntos políticos internos de Estados Unidos, y ello contrariando las insinuaciones que hace la nota, Israel valora mucho el amplio apoyo bi-partidario del que goza en Norteamérica”. La carta de protesta de Oren a The New York Times se ha convertido en rutina en las relaciones entre el diario y el gobierno de Israel encabezado por Biniamin Netanyahu. Hace algunas semanas, el asesor de Netanyahu, Ron Dermer, envió una carta al diario en donde destacaba que el Primer Ministro israelí no se propone escribir notas de opinión en el periódico, a partir de la línea crítica a la política de su gobierno.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.