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| viernes noviembre 22, 2024

Este Comandante fue el primero que habló con los niños que cruzaron de Gaza a Israel

“Del otro lado usan a niños para chocar con las tropas. Esos no son nuestros valores”. (Foto y video: Fuerzas de Defensa de Israel)


 

El sábado 30 de marzo, como todos los fines de semana desde hace un año, las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel apostadas en la frontera con la Franja de Gaza –del lado israelí-estaban alertas, listas para lidiar con los tumultos violentos organizados por Hamas del otro lado de la cerca. Los oficiales tenían bien claro el desafío  y la responsabilidad. Uno de ellos era el Capitán S., Comandante de un batallón de Infantería que desde hace medio año  está en el puesto en dicha zona, para defender, como nos dice claramente, a los poblados civiles israelíes en el Neguev occidental.

Él tuvo a su cargo el operativo en cuyo marco se interrogó a dos niños palestinos de 8 años que cruzaron a territorio israelí llevando un cuchillo y que finalmente fueron devueltos por el ejército a la Franja de Gaza.

Este es el testimonio de este oficial que habló con los niños que cruzaron de Gaza, al parecer enviados por Hamas.

La entrevista la realizamos conjuntamente con nuestra colega Julie Stahl, que reporta a la televisión de Canadá.

 

P: Tú estás hace ya unos meses en esa zona, en medio de gran tensión. El desafío es complejo ¿verdad?

R: Tzahal está desde hace un año exactamente lidiando con esta compleja situación, defendiendo a los poblados del Neguev occidental . Del otro lado hay disturbios violentos en cuyo marco lanzan hacia nuestros soldados cargas explosivas, se los ataca de distintas formas, y nuestros soldados hacen  su trabajo de modo profesional, poniendo también el corazón. Hacemos lo máximo para proteger a la población civil. Sabemos que viven en tensión por los constantes estruendos de los estallidos, por las cargas explosivas sobre la cerca fronteriza, día y noche, por los globos explosivos.  Por eso tenemos claro que lo que hacemos es muy importante. Y yo agradezco el privilegio de estar en un cargo en el que debo dedicarme a esto. Creo en lo que hago. Confío en lo que hago. Y tengo clarísimo que nosotros damos a la gente la tranquilidad de saber que dado que nosotros estamos en la frontera, estamos impidiendo infiltraciones masivas y atentados en territorio israelí.

 

P: Y llegó finalmente el sábado 30 de marzo, para el cual se anunciaba especial violencia. Y fue ese día que se topan con un incidente especial: dos niños chicos cruzando la cerca fronteriza.

R: Así es. En las últimas semanas nos preparamos para el aniversario de los desórdenes violentos , por todo lo que se anunciaba. Esto requería de nuestra parte preparativos tanto mentales como  físicos.

El sábado comenzó con movimiento de las tropas cada una a su posición defensiva. Nos reunimos todos los comandantes del batallón para las últimas coordinaciones. A eso de las 9 de la mañana recibí un aviso sobre un contacto con la cerca fronteriza, en un punto cuya ubicación no puedo revelar por consideraciones de seguridad, pero que puedo decir es como un eje entre distintas partes del territorio y llega tierra adentro muy cerca de poblados civiles aledaños a la frontera. Es un lugar considerado entre nosotros como un punto débil.

P: ¿Qué se hace en una situación así cuando entienden que alguien tocó la cerca, o sea que puede haberla cruzado?

R: Lo primero es contactarnos con los puestos de observación para entender qué es lo que ven, qué identifican. Rápidamente detectan movimiento de dos personas  y confirmamos que no eran tropas nuestras. Damos orden de que llegue de inmediato al lugar una patrulla y mi equipo, como comandante del batallón. Y ahí vimos a los niños.

Mi patrulla aisló la zona,  detiene en forma preliminar a los dos niños, mantiene distancia, confirma que no llevan armas, municiones o explosivos, para lo cual les pedimos que se quiten parte de la ropa. Ellos sacaron un cuchillo grande.

Cuando comprobamos que no tienen más armas les dijimos que se vuelvan a poner la ropa, les dimos abrigo porque estaba bastante fresco, había fuertes vientos, les dimos algo de tomar y los tranquilizamos.  Es que cuando vieron a todos nuestros efectivos estaban muy asustados. Eran niños chicos, y de repente vienen a su encuentro muchos soldados. Estaban en pánico.

P: ¿Tú fuiste quien habló con ellos?

R: Sí, yo hice un primer interrogatorio, en árabe, para entender por qué vinieron, para qué. Entendí que sufren violencia de parte de su familia y que por eso decidieron cruzar a Israel. Pero luego llevamos allí al rastreador del batallón, que domina perfecto el idioma árabe, él habla con ellos más a fondo y  capta algunas contradicciones en sus versiones. Finalmente  entendimos que al parecer los enviaron para evaluar cuán alertas están nuestras fuerzas y cómo nos organizamos.

 

Dos niños palestinos sentados hablando con un rastreador del ejército israeli sobre por qué habían curzado la frontera
El soldado que habla con los niños, es el rastreador que averiguó más a fondo los pormenores de su cruce de la frontera

 

P: O sea que entienden que los mandaron al parecer de Hamas.

R: Nos dimos cuenta que no dicen la verdad, que dicen algo y luego lo cambian. Inclusive no quedó claro si son parientes entre ellos o no. De los interrogatorios más detallados, así lo entendimos. Sabemos que el enemigo usa a quienes considera más débiles, sea niños chicos, mujeres o gente mayor, los manda a la cerca, adonde saben que encontrarán a nuestras tropas, porque tienen claro que actuaremos con sensibilidad. Los manda con armas para que choquen con nuestras tropas y para evaluar así  cómo reaccionamos.

P: ¿Cómo se actúa en una situación así cuando el “enemigo” son dos niños chicos?

R: Teníamos que tratar el tema en forma profesional y con especial sensibilidad, de acuerdo a nuestros valores, porque se trataba de niños. Apenas confirmamos que no tienen otras armas y ellos ya no tenían el cuchillo en sus manos, lo cual significa que la amenaza había sido neutralizada, para nosotros el tema había terminado. Y podíamos tratarlos en forma absolutamente respetuosa como seres humanos.

Finalmente los llevamos en un vehículo militar hasta el puesto de Erez, por el cual los devolvimos a la Franja de Gaza.

 

P: Más allá del tema operativo ¿qué pensaste o qué sentiste al ver que lo que habían “mandado” del otro lado era dos niños tan chicos?

R: Me dio mucho pesar ver que del otro lado usan a eslabones débiles en su propia sociedad para llegar a probar a nuestras tropas. Me pareció un uso cínico, indigno totalmente. Como comandante que tengo tropas a mi cargo, me resultó especialmente chocante. Y sentí que eso dejó más en claro aún cuál es la diferencia en la actitud operativa, en el encare de valores entre nosotros y quienes están del otro lado. Para nosotros, la vida está por sobre todo y vimos que aquí usaron a niños contra nosotros.

Para mí esto dejó en especial evidencia la diferencia entre nosotros y aquellas personas de las que yo tengo que proteger a nuestro país y a nuestra gente. Usan a su propia gente para servir a sus intereses , sean éstos cuales sean, algo absolutamente condenable.

 

P: Y todo esto en medio de una situación en la que a cada momento ustedes tienen que tomar decisiones nada sencillas, al enfrentarse a protestas violentas multitudinarias.

R: Nuestros combatientes pasan una preparación muy concienzuda que les permite distinguir entre un enemigo y una persona inocente.  Estamos en roce constante  y los comandantes nos hallamos en los puntos en los que el roce es mayor, donde hay que tomar decisiones más complejas. Y lo hacemos con consideraciones operativas y también fieles también a nuestros valores.

 

http://www.semanariohebreojai.com/articulo/610

 
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