Teniente Coronel (r) Jonathan D. Halevi
Jerusalem Center for Public Affairs
http://jcpa.org/moment-of-truth-approaching-in-damascus/
En los últimos tres días, el Ejército Sirio Libre, el organismo paraguas de las fuerzas rebeldes, ha cambiado su enfoque en la lucha contra el régimen de Bashar al-Assad. De una campaña de desgaste – dirigida a desviar tropas del ejército sirio, erosionar su poder atacando a sus fuerzas armadas, y tomar posiciones y bases, al mismo tiempo que dañando la moral – el Ejército Sirio Libre ha pasado a una ofensiva cuyo objetivo es nada menos que una victoria militar.
En sus instrucciones a las fuerzas rebeldes, el comandante del Ejército Sirio Libre, Riad al-Asaad, esbozó los principales puntos de su plan de batalla. En un video subido a YouTube el lunes, Assad ordenó a las fuerzas rebeldes en el sur de Siria y en la parte rural de Damasco, encaminarse a los barrios de Damasco y librar la batalla final contra las fuerzas de Assad ahí. En cuanto a las fuerzas rebeldes en el norte y el este del país, Asaad les dijo que fueran a Alepo, la capital económica de Siria, en un esfuerzo por derrotar al ejército sirio en esa ciudad.
Las declaraciones de Asaad reflejan la creciente confianza entre los rebeldes, que han sido alentados por una cadena de éxitos contra el ejército sirio en el campo de batalla. Los rebeldes han destruido un gran número de vehículos blindados y varios helicópteros, matado a miles de soldados y oficiales, tomado prisioneros a muchos otros y, en particular, han asestado un golpe mortal a la moral del ejército sirio. Muchas de sus tropas parecen estar agotadas, faltarles firmeza o creencia en la justicia de su causa. Las deserciones continúan aumentando y ahora incluyen a oficiales de alto rango y círculos cercanos al régimen.
La decisión de los líderes del Ejército Sirio Libre de concentrar la lucha en Damasco y Alepo, cerebro y corazón de Siria, pretende, primero y principal, inducir un cambio de actitud en el ejército sirio, transmitiéndole el mensaje de que el final del régimen es inminente y que deben elegir, rápidamente, entre luchar hasta la muerte o salvarse, a sí mismos y a sus familias, uniéndose a los rebeldes.
El liderazgo rebelde busca, con ello, provocar el rápido colapso del régimen a través de la deserción en masa de soldados y oficiales, tanto sunitas como alauitas, incluyendo, particularmente, el cuerpo de oficiales de alto rango, creando un rápido efecto dominó y la caída del ejército en su conjunto. Con ese fin, Asaad subrayó en su discurso – junto con la expresión «Omeyas de Damasco», que significa sunita en lugar de alauita – que el enemigo es únicamente Assad y sus secuaces, y que los rebeldes asignan suma importancia a la preservación de la «unidad nacional». Esto se entiende como un mensaje de buena voluntad hacia la comunidad alauita, fuera de las personas involucradas en crímenes de guerra. Las fuerzas rebeldes realmente se han abstenido, a pesar de su capacidad para perpetrarlos, de actos de venganza masiva (aunque cometiendo tales actos en menor escala) en contra de la población alauita por la masacre, el asesinato, la tortura y las violaciones que se han cometido contra los sunitas.
Transferir la mayoría de los combates a Damasco y Alepo, también constituye un mensaje político para el liderazgo rebelde, que se ha opuesto a la iniciativa del enviado de la ONU, Kofi Annan, y a los recientes esfuerzos para promover un proceso político. Los rebeldes ya no tienen fe en Annan, a quien ven como servidor de los intereses del régimen de Assad. La iniciativa anterior de alto el fuego de Annan, le dio a Assad un intermedio para recuperarse y comprobar el impulso de la revuelta. Los rebeldes tienen ahora el impulso y ven sus metas a su alcance, dados sus logros en el campo de batalla y, especialmente, su amplio apoyo entre la población sunita, al que se unió esta semana, inequívocamente, el de los palestinos en los campamentos de refugiados de Damasco.
Los rebeldes, entonces, están tratando de aprovechar al máximo el éxito, mientras que el régimen se encuentra en una batalla por la supervivencia, incapaz ya de intimidar a la población que se rebela, incluso en Damasco, la capital. Siria hoy, realmente, está bajo la ocupación militar del régimen de Assad, que está siendo gradualmente eliminado por el Ejército Sirio Libre. Assad tendrá que decidir muy pronto si mantener sus menguantes fuerzas ampliamente desplegadas o concentrarlas en los principales centros de batalla y en las zonas alauitas, para proteger a los alauitas contra venganzas y masacres. A la luz de los acontecimientos, en especial los triunfos de los rebeldes en los últimos meses, parece que la batalla por Siria ha entrado en su fase final y el régimen de Assad no va a estar mucho tiempo más.
Acerca del Teniente Coronel (r) Jonathan D. Halevi. El Teniente Coronel (r) Jonathan D. Halevi es un investigador senior de Oriente Medio y el Islam radical en el Centro Jerusalén para Asuntos Públicos. Es co-fundador de Orient Research Group Ltd. y es un ex asesor de la División de Planificación de Políticas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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