Avi Melamed
10.9.2012
El Reino Hachemita de Jordania está experimentando un creciente malestar.
Jordania está lidiando con muchos desafíos – algunos de los cuales son: un deuda externa en aumento; un presupuesto desequilibrado que amenaza con quebrar la frágil economía del país; una alta tasa de desempleo; una creciente inflación; una grave escasez de agua dulce; constantes apagones y caídas de tensión: una desintegración del orden público; y una creciente sensación de inseguridad entre la población.
Al mismo tiempo, los jordanos también están enfocados en dos cuestiones adicionales: la exposición a lo que parece ser una profunda corrupción entre los políticos, funcionarios públicos y las personas que forman parte del círculo íntimo de la monarquía – en concreto la Reina – y el perenne, aunque en brusco aumento, debate entre los jordanos de origen palestino (70%) y los jordanos de origen beduino (30%) con respecto a quién es más «jordano» y quien es más importante para la Monarquía.
En los últimos años, todos los anteriores desafíos y debates han provocado la inestabilidad del sistema político de Jordania. Los gobiernos se arman y se desintegran dentro de cortos períodos de tiempo.
Hoy en día, la creciente tensión en el país se refleja en la violencia verbal y física que caracterizan los debates políticos entre los políticos y los miembros del Parlamento Jordano.
Además, la calle jordana está calentándose. La combinación de tensión política y desafíos económicos y sociales está generando una creciente ola de manifestaciones públicas, conferencias, huelgas y peticiones, en todo el Reino. En general, los cientos de protestas (y el número está creciendo), se llevan a cabo de acuerdo con todas las ordenanzas, los participantes son ordenadas y acatan la ley y las manifestaciones son generalmente pacíficas. Todas las partes – incluyendo el gobierno y las agencias de aplicación de las leyes – están haciendo esfuerzos concertados para no dejar que las protestas se salgan de control. Dicho esto, algunas de las manifestaciones – mayormente las que tuvieron lugar en las ciudades del sur de Jordania – a menudo degeneran en disturbios y desórdenes públicos.
Diferentes entidades políticas y diversas organizaciones de la sociedad civil participan en las protestas. El que las lidera es el movimiento de la Hermandad Musulmana en Jordania y su partido político, el Partido Frente de Acción Islámica. También hay una importante participación de las tribus beduinas en las protestas. Este hecho es muy significativo – las tribus beduinas son la columna vertebral de la dinastía hachemita.
Las protestas, a veces, critican abiertamente al Rey. En raras ocasiones las personas amenazan con derrocar la monarquía. En un caso, fue quemada la foto del Rey. Pero estos incidentes son una anomalía. Está claro que – por ahora – la dinastía hachemita y el Rey están, aún, fuera de los límites. Por ahora, a los ojos de la mayoría de los jordanos, cualquier ataque contra los símbolos de la monarquía, por no decir insultar al Rey, cruza la línea.
Sin embargo, no podemos ignorar el hecho que las tensiones están aumentando. Después de la decisión del gobierno jordano de elevar el precio de la gasolina y el diesel, intensas protestas barrieron las principales ciudades de Jordania. Ochenta y nueve miembros del Parlamento Jordano apelaron al rey pidiéndole que revocara la decisión y destituyera al gobierno. Como respuesta, el Rey pidió al gobierno congelar la subida de los precios – y el gobierno acató.
Sin embargo, el tema más candente en el centro del debate público, hoy en Jordania, son las próximas elecciones generales previstas para fines de 2012. Un ajuste en la ley electoral aprobada por el Parlamento (que reduciría el poder de la Hermandad Musulmana) dio lugar a que la Hermandad Musulmana declarara un boicot de las elecciones y lanzara una intensa campaña para obligar al gobierno a abolir el ajuste a la ley o, alternativamente, cancelar las elecciones. Además, la Hermandad Musulmana dice que el informe oficial del gobierno afirmando que sólo 800.000 de los 3.000.000 de votantes del país se han registrado para votar, haría ilegítimas las elecciones. A pesar de los esfuerzos de la Hermandad Musulmana, el gobierno se mantuvo firme en que las elecciones se celebren según lo previsto. ¿Adónde irá Jordania en el futuro previsible?
Los disturbios en Jordania aumentarán y la calle jordana continuará calentándose. La disputa política por las elecciones, unida a los crecientes desafíos económicos y sociales, profundizarán la crisis en Jordania hasta el punto que podría generar una reacción en cadena que podría llevar a graves estallidos de violencia.
El equilibrio de poder entre las diferentes facciones políticas está cambiando y ese proceso es probable que continúe. Como parte de este proceso, es razonable esperar dos acontecimientos importantes. Uno, el movimiento de la Hermandad Musulmana ganará más poder político. Dos, el Rey perderá algo de su autoridad.
Ni una revolución de estilo egipcio o tunecino, ni una desintegración de estilo sirio, es probable que tenga lugar en Jordania. Hay diferentes razones por las que hago esa evaluación, tales como: la estructura y el despliegue de los centros de poder en Jordania; las instituciones parlamentarias, políticas y de medios de comunicación; la evolución de los distintos canales de críticas y protestas; y quizá la más importante – un fuerte tejido compuesto por normas y valores culturales, educación, tradiciones y una noción de historia compartida y destino común que crea un poderoso sentimiento que une a los jordanos con su monarquía. Independientemente de la reconfiguración política, los jordanos continuarán percibiendo al Rey como una importante figura líder, cuya función no debe limitarse a los rituales.
Algunos analistas sostienen que la monarquía hachemita, inevitablemente, pasará a ser un símbolo similar a la monarquía del Reino Unido. Aunque este escenario es posible, creo que existen diferentes factores que retrasarán o incluso bloquearán – al menos en el futuro previsible – la concreción de ese escenario. Los jordanos todavía no están preparados para una monarquía al estilo británico.
En febrero de 2011 publiqué un artículo titulado «Jordania – Larga Vida al Rey (sabio)». He aquí el párrafo final del artículo: ….»Sin embargo, el rey Abdullah es, claramente, lo suficientemente sabio como para saber que los tiempos están cambiando, la región está cambiando espectacularmente y la turbulencia importante está por llegar. Necesitará toda la sabiduría que pueda conseguir»…
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Avi Melamed es un Analista de Inteligencia Estratégica de Medio Oriente israelí y conferencista especializado en los temas de actualidad del mundo árabe y musulmán y su impacto en Israel y la región.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: porisrael.org
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