La “victoria” de Hamas

Juancito vuelve de la escuela con el rostro convertido en una pulpa sanguinolenta.

Asustada la madre le pregunta “¿Qué te ocurrió?”

“Tuve una pelea con Carlitos” respondió

“Y por lo que veo, te dio una paliza”

“Eso es lo que te crees, si vieras como le dejé el puño a golpes de rostro”

Esta historia, un poco absurda refleja sin embargo una realidad que se viene repitiendo desde hace años.

En 1973 Egipto y Siria atacaron por sorpresa a Israel. Al comienzo avanzaron, e Israel estuvo al borde de la derrota, pero finalmente, cuando llegó el alto el fuego las tropas israelíes estaban en territorio enemigo y amenazando Damasco y El Cairo. Pero aun hoy en Egipto se celebra el 6 de octubre como día de la victoria.

En 2006 Hezbollah secuestra a dos soldados israelíes, desatando una guerra que duró un mes. Cuando llegó el alto el fuego toda la infraestructura libanesa (comunicaciones, electricidad, red caminera, puertos, etc.) estaba destruida, Hezbollah perdió gran cantidad de miembros y la mayor parte de sus arsenales, Fuad Siniora, Primer Ministro del Líbano pidió llorando en la ONU el cese del fuego, un desencajado Nasrallah trataba de justificarse por TV. Líbano tuvo que aceptar una fuerza de paz de la ONU en el sur de su territorio, Hezbollah, al menos en los papeles, debió retirarse al norte del Litani y desde el 2006 Nasrallah no sale del bunker donde se oculta. Pero todavía hablan de victoria.

Durante 11 días los terroristas de Gaza e Israel se enfrentaron. Si bien fueron lanzados desde la Franja más de 4000 misiles, Israel, efectuando verdaderos golpes quirúrgicos, destruyó más de 100 kilómetros de túneles, varios edificios que albergaban dependencias de Hamas y la Jihad islami, fábricas y depósitos de misiles, viviendas de jefes terroristas, eliminó a más de 200 terroristas (se cree que en los túneles destruidos hay más terroristas muertos), eliminó a 25 comandantes de campo de las organizaciones que dominan la Franja. Hubo, si, bajas civiles, pero muchas de ellas a causa de misiles que en lugar de llegar a Israel cayeron en Gaza. Si bien hubo bajas en Israel (12, la mayoría civiles) y los misiles llegaron hasta Tel Aviv, el Cúpula de Hierro fue efectivo en un 90%. Y cuando llegó el alto el fuego los jefes terroristas salieron de sus madrigueras y abrieron la boca. Y el primero en hablar fue Sinwar, quien muy suelto de cuerpo declaró que era un alto el fuego y que no había ningún acuerdo firmado y que: «Estamos listos para la gran batalla, si el enemigo comete una gran locura en Jerusalén y los lugares sagrados» y “La ocupación no logró nada de sus planes para disuadir a la resistencia, y no pudo evaluar la situación debido a nuestros preparativos». O sea, ellos “triunfaron”.

En una palabra “Le destrozaron el puño a Israel a golpes de rostro”