En la década de 1930, los nazis declararon: “¡Los judíos no merecen vivir!” Ellos actuaron bajo esta convicción, y para mediados de la década de 1940 seis millones de judíos habían sido asesinados.
Hoy, Hamas, la Yihad Islámica Palestina, Hezbollah y la República Islámica de Irán declaran: “¡El estado judío no merece vivir!” Ellos están intentando actuar bajo esta convicción — con cohetes disparados desde Gaza la semana pasada, tal vez misiles guiados por precisión (PGMs) desde Líbano el año próximo, y tal vez ojivas nucleares de Irán en el camino.
Algunos de los críticos de Israel admiten que los enemigos de Israel tenían intención de remplazar al estado judío con un estado islámico pero no están demasiado preocupados por eso. Otros afirman que “¡Muerte a Israel!” puede ser logrado sin las muertes de demasiados israelíes — aunque ellos no especifican cuántos constituirían demasiados.
Y luego están los que conceden que si bien sería desafortunado un segundo Holocausto en menos de un siglo, los israelíes pueden ser capaces de evitar esa suerte si hacen las concesiones que se les demandan.
En particular, los israelíes son instruidos para “terminar la ocupación.” Para Hamas, eso significa el éxodo judío de Israel. Algunos simpatizantes de Hamas sugieren que podría ser suficiente si los israelíes tan sólo se retiraran de los territorios capturados en la guerra defensiva de 1967.
Pero esta teoría ha sido puesta a prueba. En los años 2000, 2001 y 2008, los israelíes ofrecieron a los líderes palestinos el estado en Gaza y la Margen Occidental a cambio de paz. Esos líderes dijeron no.
En el año 2005, los israelíes no sólo finalizaron su ocupación de Gaza — la que, debe ser recordado, habían capturado no de los palestinos sino de Egipto — ellos también desalojaron a las comunidades judías del territorio. Hamas enseguida tomó el poder y empezó disparando misiles sobre la frontera y excavando túneles debajo de ella.
No obstante, los israelíes han seguido proveyendo agua, electricidad y otros bienes a los palestinos en Gaza, en la esperanza que Hamas podría moderarse. No hubo tanta suerte. La semana pasada, Hamas disparó morteros contra caravanas que llevaban ayuda humanitaria desde Israel a Gaza.
Hamas y la Yihad Islámica no esperaban exterminar a Israel en la batalla que iniciaron lanzando cohetes a Israel el 10 de mayo y que terminó con un cese del fuego el viernes. Pero ellos pueden haber pensado que, disparando salvas más grandes más rápidamente, podrían desbordar al Cúpula de Hierro, la tecnología anti-misiles de Israel.
Eso habría sido alentador para Hezbollah, el cual tiene aproximadamente 150,000 cohetes, misiles y drones apuntados a Israel desde Líbano, y para los gobernantes de Irán que, además de suministrar armas, tecnología y entrenamiento a los enemigos de Israel, están desarrollando misiles propios más sofisticados.
En el evento, el Cúpula de Hierro de Israel destruyó un 90% de los cohetes que amenazaban a las áreas pobladas. Muchos cientos de cohetes de Hamas (700) y la Yihad Islámica fallaron, cayendo en Gaza donde mataron a hombres, mujeres y niños palestinos para quienes nunca han sido construidos refugios anti-bomba.
A algunos israelíes les habría gustado aprovechar esta ocasión para derrotar a Hamas. Pero surge una pregunta: ¿Qué sucede el día después?
La mayoría de los israelíes no tienen interés en volver a ocupar Gaza o en gobernar a los palestinos que viven allí. Entonces, la meta israelí en esta batalla, como en las batallas del 2014, 2012 y 2009, fue sólo “cortar el césped” — para privar por algunos años a Hamas y la Yihad Islámica de los medios para atacar nuevamente.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron quirúrgicamente la infraestructura militar de Hamas junto con el “metro,” la elaborada y costosa red de túneles que corre debajo de Gaza que los combatientes de Hamas se habían entrenado para utilizar si entraban las fuerzas terrestres israelíes.
De un estimado de 232 palestinos eliminados, las FDI afirman que 200 eran agentes de Hamas, incluidos 25 comandantes de alto rango. Pero algunos de los objetivos de valor más alto sobrevivieron agachándose en bunkers y/o detrás de escudos humanos. Hamas se las arregló para matar a 12 israelíes.
A Israel no le fue bien en la guerra informativa pero eso era de esperar. Las instituciones que constituyen la “comunidad internacional,” son estructuralmente anti-israelíes, como lo son muchos de los medios de comunicación internacionales. La mayoría de los periodistas en Gaza informan dentro de los límites estrictos que establece Hamas para ellos. Hacer lo contrario sería riesgoso para su salud.
Teherán, Hamas y otros miembros del “Eje de la Resistencia” pueden tener la satisfacción de haber provocado violencia entre los judíos israelíes y los árabes israelíes (o palestinos israelíes) en un momento en que ellos habían estado desarrollando relaciones cada vez más productivas.
El Eje de la Resistencia esperaba destruir los Acuerdos de Abraham, la normalización de las relaciones entre Israel y los EAU, Bahréin y otros países árabes. Pero los líderes árabes pragmáticos saben que Teherán y la Hermandad Musulmana (Hamas es la filial palestina) presentan tan grande amenaza para ellos como para los israelíes.
Estos 11 días en mayo dejarán a los gazatíes promedio sufriendo creciente privación. Los que afirman preocuparse por ellos, como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, deberían decir a Hamas y a la Yihad Islámica: “¡Miren, muchachos, no hay solución militar para este conflicto!
“Entonces, ustedes sólo tendrán que tolerar — entre los más de 20 estados que se identifican como árabes, y los más de 50 que se identifican como musulmanes — a un pequeño estado en el cual el pueblo judío ejerce la auto-determinación en parte de su antigua patria. La resolución del conflicto es posible si — por primera vez en la historia — ustedes negocian con sus vecinos judíos.”
Sí, lo se: Eso sucederá cuando el infierno experimente el cambio climático.
El año pasado, conmemorando el 75° aniversario de la liberación del campo de concentración Auschwitz-Birkenau, el Secretario-General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que “Nunca Más” significa “contar la historia” del Holocausto “una y otra vez.” Error, Tony. La frase para eso sería “Nunca olviden.”
“Nunca más” significa más. Para los israelíes, significa defenderse en batalla tras batalla en una «guerra para siempre», ignorando a los que insisten en que la justicia requiere más funerales judíos. Para el resto de nosotros debería significar, como mínimo, no alinearnos con los aborrecedores de judíos que están intentando precipitar otro Holocausto.
- Clifford D. May es fundador y presidente de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD) y un columnista de The Washington Times.
Traducido para Porisrael.org y Hatzadhasheni.com por Marcela Lubczanski
https://www.washingtontimes.com/news/2021/may/25/for-israelis-one-more-battle-in-a-forever-war-for-/
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