El periodista del portal The Times of Israel David Horovitz publicó ayer una nota, en la cual, con el contexto de las casi 48 horas (lunes y martes) de lanzamientos de misiles a civiles israelíes por Hamas y Yihad Islámica y las respuestas israelíes contra instalaciones de armas de los terroristas, expresó en la culminación de su nota conceptos que parecen obvios, pero que hoy hay que reescribirlos, enunciarlos y repetirlos como si fuera la primera vez que son expresados.
Horovitz señala que los enemigos de Israel, en especial Irán, están constantemente poniendo a prueba la capacidad de resistencia y respuesta de Israel en su búsqueda incesante de destruir al país. Ahí agrega Horovitz está el ejemplo de casi dos días de lanzamientos de más de 100 cohetes desde Gaza haciéndonos recordar por si alguien se ha olvidado en qué tipo de vecindario tóxico vive Israel, y la permanente inmediatez de los peligros que lo acechan. Contra todos los pronósticos, agrega el periodista, Israel no sólo ha mantenido a raya a sus enemigos 75 años, sino que además ha construido una nación vibrante, avanzada, y formidablemente resiliente. Y esa resiliencia es crucial para la existencia misma de Israel. Por ello, es imperativo tener un consenso nacional amplio sobre los principios y valores que son la base de Israel. En esta región traicionera, escribe Horovitz, la cohesión interna de Israel no es un lujo o un ideal a alcanzar. Son elementos centrales para tener capacidad de resistir a los que nos quieren destruir, para sobrevivir y para florecer.
Horovitz dice con sencillez y profundidad lo que todos sabemos, vivamos en Israel o fuera de él. La excusa que puso Hamas para generar una confrontación no la decidió Hamas ni la Yihad. El multi terrorista Khader Adnan, preso en una cárcel israelí, decidió hacer por enésima vez una huelga de hambre. No era un preso político, sino un asesino, que lideraba una facción de la Yihad. Después de 86 días de huelga, falleció. Y la Yihad lanzó sus misiles contra la población de Sderot, y otros lugares cercanos, no para vengarse como dice su propaganda, sino para explicar por las armas a sus fanáticos que la Yihad sabía reaccionar. Y todo eso con el ok de Irán, que al fin y al cabo es quien regala las armas. Hace menos de un mes, se inventaron la profanación a Al Aqsa. En realidad, la profanaron los terroristas con la complicidad de Jordania (que se supone es responsable de cuidar esa zona de mezquitas) juntando armas dentro de la mezquita para atacar a los judíos que rezan junto al Muro de los Lamentos. Como dice Horovitz, es un vecindario traicionero. Que además tiene aliados más allá de Irán. El Consejo de Seguridad que presidido por el ministro de RREE de Rusia convocó a una reunión el día de Iom Haazicaron. Israel se indignó, pero veamos las cosas en su dimensión. Si Rusia puede bombardear edificios en Ucrania, asesinar niños y mujeres y presidir un organismo de la ONU, no sólo cabe indignarse sino asumir quien es quien. ¿Qué le puede importar a un criminal de guerra como Lavrov hacer una reunión farsesca del Consejo de Seguridad en Iom Haazicaron? No seamos ingenuos, por favor. Irán, y ese es el enemigo central, reparte armas en Gaza, en Líbano, en Siria, y todos, tienen un común denominador: liquidar a Israel.
Ayer, después de 13 años, un presidente iraní llegó a Siria en visita oficial. El proveedor de armas Ebrahim Raisi llegó a Damasco a abrazar a Bashar Assad, quien ha logrado después de más de una década mantener el poder, venciendo a sus enemigos gracias a Irán, Rusia y el silencio cómplice matizado de declaraciones banales de Naciones Unidas. Assad no sólo venció: destruyó al país, generó el exilio más grande de nuestra época, asesinó a mansalva con armas convencionales y no convencionales, y hoy está retornando a la estructura árabe porque ahora ya le conviene a varios introducirse en lo que quedó de Siria y no dejar todo el botín a la rapacidad de Irán. Assad demostró que asesinar sin pausa no es algo que moleste a nadie. Lo que importa es que él quedó al frente de Siria, y los negocios se hacen con el que manda. Esos son los vecinos de Israel. La declaración de Raisi apenas llegó ayer a Siria no tiene desperdicio. “El pueblo y el gobierno de Siria han pasado por enormes penurias. Hoy, podemos decir que todos esos problemas han pasado y que usted, presidente (Assad) ha salido victorioso a pesar de las sanciones y las amenazas que ha sufrido”. Si no fuera el presidente de Irán quien dijo esto hace pocas horas, nadie creería que tanta estulticia existiera en la tierra. Pero existe. Porque Irán aparentemente se ha reconciliado con Arabia Saudita y porque Egipto y Arabia Saudita están dispuestos a canonizar a Assad. Por lo que se ve, las recompensas en este mundo por ser un asesino generan ganancias.
La presencia de Irán en Siria ha sido una preocupación constante de Israel por la amenaza constante que ello significa. Y esta misma semana ha habido un ataque al aeropuerto de Alepo, que lo ha dejado inactivo. El régimen sirio ha acusado a Israel de los ataques aéreos en Alepo, y estos no son hechos aislados. Se han registrado numerosos incidentes similares, en parte debido al incremento del tráfico de armas por parte de Irán hacia Hezbolá a través del aeropuerto de Alepo, que es un punto estratégico para Irán, ya que permite un fácil acceso al Líbano a través de Homs y Qusayr, zonas con presencia de Hezbolá. El aeropuerto de Alepo se ha convertido en un objetivo frecuente debido a su papel en el tráfico de armas iraní. Medios de comunicación regionales y rusos han cubierto ampliamente los ataques aéreos, señalando el interés de los diferentes actores en la región. Rusia (que no colisiona con Israel en Siria pero que como siempre juega a dos o tres caras según las necesidades) acusa abiertamente a Israel por el incidente y destaca el daño causado en el aeropuerto.
¿Por qué el ataque aéreo en Alepo ha recibido una mayor atención en comparación con eventos similares anteriores? Por lo que mencionamos antes: Siria está obteniendo apoyos impensados hace poco tiempo de Arabia Saudita, Jordania, Egipto, y necesita volver a la Liga Árabe y no sólo contar con Irán.
Los ataques aéreos en Alepo y sus implicaciones geopolíticas demuestran el delicado equilibrio de poder en Medio Oriente. Israel vuelve a enfrentarse a más alianzas, pero todas con un mismo sentimiento: el odio a Israel. Irán es quien se manifiesta más abiertamente, pero los roles y la duplicidad de Rusia, las idas y venidas de Turquía, ratifican lo que se infiere del pensamiento de Horovitz: Israel sabe que en los cuatro puntos cardinales lo rodea del odio a la indiferencia, la violencia y la agresión mientras los que le sonríen un día pueden acuchillarlo al otro. Y para eso, hay que estar atento 24/7, 365 días.
Siempre hay líderes sensatos, democráticos, realistas y que van de frente. Israel debe mantener la cohesión ante las amenazas que no van a cesar (más bien lo contrario) pero también reconocer el valor de acciones contundentes. En este caso, de Inglaterra. Este sábado, será la coronación de Carlos III. Rusia, Irán, Siria,Venezuela, Myanmar, Bielorrusia, Afganistán, Corea del Norte, Nicaragua, no están invitados. ¿Eso resuelve algún conflicto? ¿Eso permite detener la criminalidad de Putin o de Assad o de los Ayatolas? Es obvio que no. Pero es un mensaje que hay que tomarlo por el valor que tiene. Los asesinos no dejan de serlo por decreto. Los asesinos además funcionan juntos y unidos, por intereses, pero unidos. Israel lo sabe. Por un lado, agradecer y reconocer. Por otro, asumir que el peligro está afuera. Y hay que enfrentarlo unidos.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.