Estados Unidos está ejerciendo una intensa presión sobre Israel para que instale a la Autoridad Palestina como gobernante de Gaza. Políticos de alto rango en Israel también han estado expresando el mismo punto de vista, llegando incluso a presentarlo a los miembros del Gabinete de Guerra como la opción del «menor de todos los males» en lo que respecta a Israel (como se informó en los medios de comunicación). En vista de todo esto, es importante examinar si la AP es realmente un interés de seguridad israelí, como dicen sus defensores, o si realmente representa una amenaza para la seguridad de Israel.
Un estudio realizado por las FDI indica que, a pesar que la Autoridad Palestina es presentada como un representante pragmático de los palestinos, en realidad está comprometida con la lucha armada y con la eliminación del Estado de Israel. La principal diferencia entre la Autoridad Palestina y Hamás está en la estrategia.
Pagar por matar
Los lectores israelíes estarán familiarizados con el sistema de desembolsos de la Autoridad Palestina a los terroristas. No se trata de un sistema de «pagos aleatorios», que forma parte de un aparato contable burocrático. Más bien, es una ley oficial destinada a propagar el ethos palestino en torno del asesinato de judíos y la destrucción de Israel.
En virtud de esta ley, todo terrorista –de cualquier facción– tiene derecho a una renta vitalicia y a otras prestaciones. La Autoridad Palestina ha bautizado cínicamente esta ley como Pay for Slay, o en otras palabras, matar como una forma de vida. La ocupación más respetada dentro de la Autoridad Palestina, el papel más importante, es ser un asesino de judíos. Un terrorista que cumple 30 años o más en prisión gana un promedio de 3.700 dólares al mes. Compare eso con un médico, que gana un promedio de solo u$d 550 por mes.
Según esta ley, se espera que la Autoridad Palestina pague a los terroristas de Nukhba 7 millones de dólares al mes (!), y en total unos 370 millones de dólares al año, a todos los terroristas de los que está a cargo. La Autoridad Palestina ha transformado al pueblo palestino en una nación cuya «habilidad es matar», todo ello con el respaldo y la financiación de Israel e infinidad de otros países.
Propaganda antisemita en lugar de educación
Además de instigar y financiar el terrorismo a través de incentivos financieros, la Autoridad Palestina educa para el terrorismo a través de su sistema educativo, que está impregnado de antisemitismo y de condicionar a sus estudiantes para que crezcan y se conviertan en asesinos de judíos.
Los libros de texto palestinos muestran mapas según los cuales todo el territorio del Estado de Israel es Palestina. Tel Aviv aparece en sus libros como «Tal a-Rabi'». Se ha observado a las escuelas elogiando la masacre del 7 de octubre, haciendo proyectos de arte en el espíritu de la masacre y marcando «días conmemorativos» para los terroristas de Nukhba. Se ha publicado un video que muestra el discurso de un estudiante de un «día que se escribirá en el libro árabe palestino sobre la historia de la lucha como… el día de la inundación de Al-Aqsa».
Militantes de Hamás.(EPA)
Los sistemas educativos y económicos operados por la Autoridad Palestina son una extensión de su visión del mundo, como se expresa en declaraciones de altos funcionarios de la Autoridad Palestina. Desde el 7 de octubre, la AP elogió la masacre y alentó su continuación.
La facción terrorista de Fatah, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, se jacta de que sus combatientes participaron en la masacre del 7 de octubre. Un portavoz de la organización publicó videos de terroristas secuestrando a víctimas israelíes, abusando de ellas y torturándolas con pañuelos amarillos que los identificaban claramente como miembros de Fatah (a diferencia del color verde, que se identifica con Hamas). Uno de los videos dice: «Primero liberaremos la Franja de Gaza, luego liberaremos el resto de Palestina» – «Mañana a las puertas de Jerusalem».
Además de todo esto, altos funcionarios de la Autoridad Palestina y de Fatah han elogiado públicamente la masacre y han pedido que se repita en toda Cisjordania. Citaré sólo algunas declaraciones selectas, de las muchas, muchas más disponibles, todas de boca de posibles sucesores del presidente de la Autoridad Palestina, que son considerados por Israel como «moderados».
Así, por ejemplo, en una entrevista a la televisión egipcia, Jibril Rajoub amenazó con que «el próximo ataque, que será más intenso, mucho más violento, se producirá en Cisjordania». Dahlan dijo que los líderes occidentales están visitando Israel para asegurarse que los israelíes no escapen a Europa. Marwan Barghouti llamó a los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina a apuntar a Israel con sus armas, sorprenderlos y recrear la masacre del 7 de octubre de Hamás.
Marwan Barghouti en la Corte de Distrito de Tel Aviv en 2004.(Reuters)
Todo esto se suma al hecho de que el negacionista del Holocausto, Mahmoud Abbas, no ha condenado la masacre, y el primer ministro de la Autoridad Palestina, Muhammad Ashtiyah, se negó rotundamente a condenar los crímenes de Hamás. Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina negó la masacre en un comunicado oficial y afirmó que era Israel el que estaba detrás de la masacre en el festival Nova.
Esta es la visión del mundo de la Autoridad Palestina, esto es lo que defienden. Por lo tanto, no es de extrañar que el 75% de todos los palestinos apoyen la masacre, y que el nivel de apoyo en Cisjordania supere incluso el nivel de Gaza.
No es factible un gobierno de la Autoridad Palestina en Gaza
La Autoridad Palestina no sólo es una organización que promueve el mal y el asesinato, sino que no tiene ninguna posibilidad práctica de imponer su control sobre Gaza. Un experimento de este tipo ya se ha hecho en el pasado después de la retirada israelí de Gaza en 2005. Dos años después, Hamás venció a la Autoridad Palestina en las elecciones parlamentarias y desde entonces ha sido el gobernante indiscutible de la Franja de Gaza.
La Autoridad Palestina no sólo es una organización que promueve el mal y el asesinato, sino que no tiene ninguna posibilidad práctica de imponer su control sobre Gaza.
La Autoridad Palestina es vista de forma irreversiblemente negativa entre los palestinos de a pie. Alrededor del 77% de todos los palestinos están insatisfechos con la forma en que el presidente Abbas está manejando su trabajo y exigen su renuncia. El 82% de todos los palestinos están convencidos de que la Autoridad Palestina es corrupta y el 63% considera que es un lastre más que un activo. En mayo de 2021, sólo el 14% de los encuestados dijo que votaría por el presidente Abbas si se celebraran elecciones. Esta falta de legitimidad también es evidente sobre el terreno: la Autoridad Palestina ha perdido el control de la seguridad sobre grandes extensiones de territorio. Las FDI se ven obligadas a realizar incursiones en las zonas A y B para luchar contra los terroristas en Jenin y Naplusa, en Ramallah, en Belén, Tulkarem y otros lugares.
La conclusión es que la Autoridad Palestina es una organización que propaga el asesinato y la incitación, una organización comprometida con la destrucción de Israel. Israel tiene que resistir cualquier iniciativa que aumente la influencia de cualquier Autoridad Palestina «renaciente», sea cual fuere la forma que adopte. Al fin y al cabo, la Autoridad Palestina es parte del problema, no de la solución.
(*) Experta en Gestión y Gobierno, activista social-sionista e investigadora principal del Foro de Defensa y Seguridad de Israel
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