GINEBRA, 22 de abril de 2013 – En una carta enviada hoy al jefe de la ONU Ban Ki-moon y Susan Rice, embajadora de EE.UU. (ver más abajo), UN Watch exigió la condena del funcionario de alto rango del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Richard Falk, por sus últimos comentarios culpando a la política exterior de EE.UU. y a «Tel Aviv» por los ataques terroristas de Boston.
Para más información sobre Falk, que fue recientemente expulsado de la organización Human Rights Watch, que conserva aún su posición en la ONU, pulse aquí.
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Su Excelencia Sr. Ban Ki-Moon
Secretario general
Las Naciones Unidas
New York, NY 10017
cc.: Embajadora Susan E. Rice, Representante Permanente de EE.UU. ante las Naciones Unidas
Vía Fax
22 de abril de 2013
Estimado Sr. Secretario General,
Le escribimos para expresar nuestra indignación por la declaración de ayer de Richard Falk – un funcionario de alto rango del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas – en el que justifica los ataques terroristas en Boston como debido «castigo» por los pecados de Estados Unidos, advierte sobre «peores represalias» a menos que Estados Unidos cambie su política exterior, culpa a «Tel Aviv» y aprovecha un momento de tragedia y luto para promover una inquietante agenda política.
Le instamos a condenar al Sr. Falk, investigador permanente de UNHRC de las violaciones de Israel de las bases y principios del derecho internacional, por su afrenta a la memoria de aquellos que fueron asesinados la semana pasada, a los heridos y al pueblo de Boston. Sus comentarios son una violación de vuestra propia política según la cual los expertos de la ONU deben estar a la altura de los más altos estándares, que usted estableció hace dos años cuando, de modo admirable, reprendió al Sr. Falk por difundir, en su blog, teorías de conspiración del 11-S.
El artículo de Falk en Foreign Policy Journal titulado «Un Comentario sobre los Asesinatos de la Maratón», del 22 de abril de 2013, que aquí se adjunta, hace tres ignominiosas acotaciones.
En primer lugar, su tesis es que Estados Unidos tiene la culpa por la atrocidad de la semana pasada. Falk cita, con aprobación, comentarios que justifican los ataques con bombas a la Maratón de Boston como «castigo» por las acciones del ejército de EE.UU. en Afganistán, Irak y Pakistán. «El proyecto de dominación global estadounidense», dice Falk, es responsable de haber provocado «todo tipo de resistencia» en el mundo post-colonial. Pide «valentía» para «unir algunos de estos puntos». Concretando su justificación de los ataques terroristas, escribe: «Aquellos a quienes se les hace el mal, hacen el mal en retribución».
El terrorismo tendrá como blanco a los estadounidenses hasta que reflexionan y cambien su accionar, dice Falk. Lamentando un «tabú» en el «auto-examen», predice «ajustes» que vendrán bien, sea por medio de «un proceso voluntario de auto-reflexión» o «por la fuerza de acontecimientos desagradables». La «capacidad militar» de Estados Unidos y la “diplomacia de mano dura» convierte al país en «una amenaza para el mundo y para sí mismo».
«¿Cuántos canarios tendrán que morir», pregunta Falk, «antes de que nos despertemos de nuestra fantasía geopolítica de dominación global?»
En segundo lugar, Falk evoca el siniestro fantasma de otra amenaza global, culpando al estado judío por los atentados en Boston: «Mientras Tel Aviv tenga el oído obediente del establisment político estadounidense, aquellos que desean la paz y la justicia en el mundo no deben permanecer tranquilos».
El presidente Obama es acusado de haber entregado «una carta de amor a la opinión pública israelí» durante su reciente viaje allí, y de practicar «diplomacia servil». Falk predice «peores represalias» si EE.UU. no cambia su política en Medio Oriente.
En tercer lugar, el ensayo alude a los mismas teorías de conspiración del 11-S que hicieron que usted y otros líderes del mundo lo condenen en 2011. Falk habla de «fiebres de guerra santa apoyadas por líderes nacionales, medios de comunicación y un público vengativo después de los ataques del 11-S», que «aceptaron falsedades islamófobas». Esto fue aprovechado, por funcionarios de la Casa Blanca de Bush, ”buscando abiertamente un pretexto para iniciar una guerra contra el Irak de Saddam Hussein para cambiar el régimen».
Según Falk,»[Los] acontecimientos del 11-S, según se interpretaron y tergiversaron, simplemente aportaron el clima interno de apoyo necesario para lanzar una guerra de agresión contra el régimen de Bagdad».
Excelencia, los odiosos y absurdos comentarios del señor Falk insultan a las víctimas de la semana pasada y desacreditan la causa de los derechos humanos y de los principios fundacionales de las Naciones Unidas. Le instamos a expresarse.
Atentamente,
Hillel C. Neuer
Director Ejecutivo
Traducción de José Blumenfeld – Porisrael.org
http://unwatchenespanol.blogspot.ch/2013/04/funcionario-de-la-onu-justifica-los.html
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