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| sábado noviembre 23, 2024

¿Destruirá Israel misiles rusos?


Análisis: Occidente asume que Israel se verá obligado a lanzar más ataques contra los convoyes de armas destinados a Hezbollah

Ron Ben-Yishai

Publicado: 18.05.13 / Israel Opinion

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4381060,00.html

misil-ruso

La razón principal de las crecientes tensiones en el frente norte, es el interés de Irán y Siria de intensificar y acelerar el suministro de armas a Hezbollah.

Teherán, aparentemente, cree  que la paciencia de occidente se está agotando rápidamente y que a finales del primer semestre de 2013, o antes de fin de año, Washington o Jerusalén – o ambos – decidirán sobre un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán.

Los iraníes quieren disuadir a Israel y a las naciones occidentales de tomar esa decisión, amenazando con gran número de víctimas y devastación en el frente interno israelí. Teherán pretende llevar a cabo esta amenaza con el uso de Hezbollah y del enorme arsenal de misiles y cohetes de Siria. Especialmente importante para los iraníes es el arsenal de Hezbollah, que está, protegido de una invasión terrestre, desplegada en el corazón de una población que lo apoya en el sur del Líbano.

Aunque Siria tiene una cantidad mucho más grande de cohetes y misiles, es difícil estimar cuántos de ellos realmente se pondrán en funcionarán cuando Irán más lo necesite. Por lo tanto, Irán está tratando de reforzar el arsenal de Hezbollah con tantos, precisos y devastadoramente avanzados, cohetes de largo alcance como sea posible – cohetes como el Fateh-110, que son capaces de alcanzar el área metropolitana de Tel Aviv e incluso más al sur.

Una cantidad significativa de tales cohetes permitiría a Hezbollah disparar simultáneamente un número relativamente grande de ellos. Assad no posee cohetes o misiles de repuesto para dárselos a Hezbollah, de modo de poner en peligro las ciudades de Israel. El régimen de Assad necesita sus misiles en la lucha contra los ciudadanos sirios que están ayudando a los rebeldes.

Sin embargo, a Hezbollah le gustaría mucho poner sus manos sobre los misiles de crucero anti buque Yakhont de Assad, que plantean una gran amenaza para los barcos de la Armada Israelí y los yacimientos de gas situados hasta 300 kilómetros de la costa. De acuerdo a New York Times Rusia, aparentemente, ha transferido a Siria, recientemente, una versión mejorada del misil, equipado con un sistema de guía avanzado que los hace más precisos que la versión anterior.

Assad también tiene un interés en suministrarle a Hezbollah baterías de misiles antiaéreos móviles avanzados, que pueden proteger a los misiles tierra-tierra del grupo chiíta libanés y causar muchas bajas a la Fuerza Aérea de Israelí, que tratará de eliminarlos.

Por lo tanto, Irán y Siria tienen actualmente un objetivo común: Reforzar el arsenal de cohetes y misiles de Hezbollah y, al mismo tiempo, hacerlo más resistente a los ataques aéreos israelíes.

Israel, aparentemente, no tiene ninguna intención de permitirles a Khamenei y a Assad intensificar la amenaza que ya plantea para el frente interno israelí, y no planea permitir que Hezbollah disminuya la capacidad de las FDI para neutralizar rápidamente esta amenaza, si es necesario.

Esta «línea roja», se ha informado, ha sido implementada por Israel tres veces en los últimos tiempos – cuando bombardeó un convoy rumbo a Líbano y cuando atacó misiles almacenados en depósitos sirios antes de su transferencia a Hezbollah en Líbano. Siria, Irán y Hezbollah, cada uno, tuvieron sus propias razones para no responder a estos ataques en el corto plazo.

La pregunta es – ¿qué pasará la próxima vez? Assad, aparentemente, no ha renunciado a su plan para proveer a Hezbollah  armas de «disuasión decreciente» como recompensa por la ayuda del grupo chiíta en la batalla de su régimen por la supervivencia. Assad también quiere que Hezbollah salvaguarde sus sistemas de armas estratégicas para que no caigan en manos de los rebeldes.

Esta es la razón por la que occidente estima que Israel, aparentemente, se verá obligado a atacar – quizás en un futuro próximo – envíos de armas adicionales en ruta de Irán a Hezbollah a través de Siria. También estima que Assad tendrá que responder, a pesar del hecho que no tiene casi ninguna opción de represalias eficaces. El ejército sirio, en su estado actual, no nos puede atacar por tierra, y si dispara misiles hacia el frente interno de Israel, Israel destruirá la mayor parte de los activos militares del régimen de Assad, y otros activos, que son cruciales para su supervivencia.

Por lo tanto, Assad tratará de atacar a Israel indirectamente, de manera que no atraiga una dura respuesta israelí. Una posibilidad es un ataque terrorista contra un objetivo israelí en el extranjero. Sin embargo, los preparativos para un tal ataque, con la colaboración de la Guardia Revolucionaria de Irán y la unidad especial de Hezbollah, podrían tomar mucho tiempo.

Además, tal tipo de ataque, muy probablemente, sería frustrado por la inteligencia israelí. En cualquier caso, el efecto de una respuesta siria de ese tipo no valdría el esfuerzo. La otra opción, más eficaz, es hacer añicos la calma que ha prevalecido en los Altos del Golán durante los últimos 40 años.

Los sirios se dan cuenta de que la calma en el Golán es un tema sensible en la política y la opinión pública israelí. Los informes casi histéricos, en Israel, que siguen a la caída en la zona de cada proyectil de mortero disparado por el ejército sirio o los rebeldes, o los informes sobre los planes de la ONU de retirar sus fuerzas del territorio – son una prueba de ello.

Assad, Khamenei y Nasrallah, aparentemente, han llegado a la conclusión de que los Altos del Golán son el punto débil que se puede utilizar con eficacia para disuadir a Israel de frustrar las transferencias de armas a Hezbollah. Siria, Irán y Hezbollah han emitido numerosas amenazas aclarando que la respuesta a ataques israelíes adicionales será «estratégica… en el Golán». El resultado final: Assad permitirá a Hezbollah operar en el Golán y, si Israel ataca la transferencia de armas de «disuasión decreciente» en Siria o Líbano, la vida de los israelíes en el Golán será similar a la vida de los israelíes que residen en comunidades limítrofes a la Franja de Gaza.

Israel no podrá responder con toda su fuerza, porque el ataque terrorista podría no tener una escala lo suficientemente grande como para justificar confinar a los ciudadanos de Israel a los refugios durante un período de varias semanas o porque la identidad de quienes la lleven a cabo no esté clara. Esto haría más difícil para Israel obtener apoyo internacional para una respuesta militar contundente.

La amenaza de Assad y de Hezbollah a los Altos del Golán coloca el balón en el tribunal israelí y hace que el dilema sea aún más difícil: ¿Cómo responderá Israel la próxima vez que un cargamento de armas avanzadas vaya desde Siria a Líbano? Por ahora, Jerusalén (que está coordinando su estrategia con Washington) no pestañea.

Para dejar en claro las intenciones de Israel, un funcionario de alto rango le dijo a New York Times que Israel no tiene intención de intervenir en favor de los rebeldes, pero no va a permitir que Siria e Irán transfieran armas a Hezbollah «que cambien las reglas de juego».

El funcionario israelí enfatizó que cualquier represalia siria a un ataque israelí hará que Israel derroque el régimen de Assad. ¿Cómo? Atacando a lo que queda de su ejército y otros activos que permiten la supervivencia del régimen alauita. Más importante aún, Israel destruirá los activos que el régimen planea utilizar para crear un enclave alauita que se conectará con el valle de Bekaa en Líbano, controlado por Hezbollah.

Este enclave en la cuenca mediterránea es crucial no sólo para Assad y su secta, sino también para los iraníes y los rusos, que quieren preservar sus intereses en Siria. Un enclave alauita serviría bien para este propósito, y es por eso que los iraníes están creando una fuerza chiíta internacional que luchará junto a los alauitas en el enclave y fuera del mismo y también ayudará a Assad a mantener el control sobre Damasco. Los rusos, por su parte, desean aferrarse a las instalaciones en el puerto de Tartus, que está situado en el centro del futuro enclave alauita.

Israel dejó en claro a Assad y sus patrocinadores que cualquier ataque en el Golán arruinará sus esperanzas de crear un santuario costero en el enclave alauita.

Los rusos están leyendo bien el mapa y son conscientes de que, en la actual situación, Assad no tiene los medios para disuadir a Israel de atacar a los convoyes de armas destinados a Hezbollah. Esta es la razón por la que los asesores de Putin – con el objeto de disuadir a Israel y los estadounidenses de atacar en Siria – filtraron a la prensa que Moscú, finalmente, transferirá a Siria tres baterías de misiles S-300. El acuerdo original para la transferencia de misiles de largo alcance (200 kilómetros) fue firmado alrededor de tres años atrás – antes de que estallara la revuelta contra Assad. Rusia ya ha recibido algunos de los pagos, pero los misiles no han sido transferidos a Siria debido a la presión estadounidense e israelí sobre el Kremlin para que no suministre estos misiles al régimen de Assad, ya que pueden caer en manos de Hezbollah y socavar el equilibrio regional – porque la Fuerza Aérea Israelí se vería obligada a actuar en Líbano antes de que estos misiles dificulten su capacidad para operar allí.

Medvedev, el presidente ruso de la época, fue convencido y decidió congelar el acuerdo en 2010, pero no lo canceló. Nada ha cambiado desde entonces, pero Putin quiere utilizar este acuerdo de armas para obligar a Netanyahu que garantice que Israel no atacará a Siria ni amenazará al régimen allí. El presidente ruso, aparentemente, quiere un compromiso similar por parte de Obama. Es seguro asumir que Netanyahu no ha dado esa garantía a Putin, cuando los dos se reunieron en Sochi, en la víspera de la festividad de Shavuot. Esta es la razón por la que Putin se niega a prometer que no transferirá los misiles avanzados a Siria. Este impasse llevó a las vagas declaraciones realizadas por el Ministro de Relaciones Exteriores, Lavrov, y el portavoz de Putin, Peskov, de las cuales podemos entender que Rusia planea transferir los misiles S-300 a Siria, a pesar del hecho de que los dos funcionarios de alto rango no dijeron específicamente que sí. En base a la conducta de Rusia en los últimos años, podría muy bien retrasar la transferencia de armas.

Los rusos, ciertamente, no quieren que sus cohetes caigan en manos de los rebeldes islamistas sirios o forzar a Israel a atacar y destruir los misiles, con el objeto de restaurar su libertad para operar en el espacio aéreo libanés y sirio.

Este tema fue discutido durante la reunión entre el Ministro de Defensa, Moshe Ya’alon, y  el director de la CIA, John Brennan, quien hizo una visita sorpresiva a Israel. Los dos también discutieron acerca de Irán.

Mientras tanto, es seguro asumir que Siria y Hezbollah no se apresurarán a actuar en contra de Israel en el Golán o a lo largo de la frontera libanesa, principalmente porque Irán tiene interés en mantener los arsenales de cohetes y misiles a Hezbollah y de Siria, listos para la acción con el objeto de disuadir a Israel y EE.UU. de atacar sus instalaciones nucleares. Este interés seguirá siendo relevante por al menos otros seis meses, tal vez incluso más. Por lo tanto, Irán le aconsejará Assad a actuar con moderación, por ahora, incluso si Israel ataca convoyes de armas destinados a Hezbollah.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

 
Comentarios
Moshebenlevi

Todo misile que llegue a las manos de Hazbola sera usado contra Israel… por lo tanto los que lo trafican seran blancos del IDF y los aviones del AIDF. Tenemos el derecho a defendernos.

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