Con solo observar el avance israelí en agricultura, tendremos una buena oportunidad que la investigación sea liderada en la Organización de Investigación Agrícola de Israel (ARO). “Somos la mayor institución agrícola del país, que provee del 70 % de la investigación en el área- todos bajo un mismo techo”, dice Ada Rafaeli, directora asociada de asuntos e cooperación internacional y académicos del ARO. El corazón de ARO es el centro Volcani en Beit Dagan, en el centro del país. Otros dos centros, Neve Yaar en la Galilea y Gilat en el desierto del Negev, tienen escuelas de campo pilotos que ponen a prueba las mejores prácticas en agricultura para todas las condiciones y rangos climáticos de Israel.
“El clima es conducente para hacer de Israel un instituto de campo para el resto del mundo”, dice Rafaeli, citando los ejemplos más famosos de la investigación de ARO y las aplicaciones que son buscadas por el mundo, desde delegaciones gubernamentales extranjeras hasta multimillonarias compañías de siembra para la humilde África o agricultores asiáticos. Algunos de esos grupos de interés obtienen una oportunidad para venir a Israel y visitar, en persona, el Centro Volcani.
Si hay una razón justa, dice Rafaeli, es saborear todas las variedades cítricas únicas del centro, la más famosa la mandarina “Or” exportada a Europa y en demanda por su piel fácil de pelar y fruto sin semillas.
Volcani es responsable de otras clases de tratamientos, tales como el tomate cherry que realmente sabe como un cherry porque fue cultivado con agua salina y tiene un alto contenido de azúcar.
El Centro está disponible para los empresarios, académicos y agricultores de lugares cercanos o lejanos, para ayudarlos a hallar las soluciones agrícolas y para la cría que están buscando.
¿Qué podría buscarse aquí? ¿De qué manera una red con el color correcto podría mejorar la producción de cosecha, o una semilla de ingeniería genética podría repelar las pestes por insectos? Consideren que la investigación genética pionera pudiera hacer crecer un mejor garbanzo para humus que contenga más proteínas.
ARO estableció, de manera activa, nuevos bosques en tierra desértica para frenar las emisiones de gas de los invernaderos y mostrar cómo las modernas prácticas agrícolas pueden ayudar en el avance del retiro de desiertos.
La agricultura de precisión es otro avance israelí. Esta especialidad de ARO brinda soluciones a medida para ayudar a los agricultores a obtener la cantidad correcta de agua, fertilizantes y pesticidas donde sea necesario- ni más ni menos.
Granjas ecológicas lácteas
Israel es líder mundial en producción de más leche por vaca, resultado que viene de técnicas de cría, monitoreo de leche y una alimentación y nutrición mejoradas, dice Joshua Miron, director del Departamento de Química Rumiante de la granja láctea del Volcani. Explica que, con el precio del grano importado a $ 350 por tonelada, Israel no podría ser capaz de hacer frente a la leche proveniente de vacas alimentadas con granos. Por esa razón, el Centro Volcani desarrolló una nueva alimentación vegetariana, basada en residuos de la cosecha de olivos y bio-productos de industrias alimenticias de todo Israel.
El sistema Afimilk- asistido por el Volcani, provee de una capa de seguridad extra para asegurar que las vacas que coman este alimento produzcan leche saludable.
El estiércol de vaca es enviado de regreso al campo, dado que las vacas rumian en el cobertizo mientras que son bañadas con agua reciclada para mantenerlas frescas y contentas.
Cómo Israel alimenta el hambre del mundo
El Banco Genético subterráneo del Centro Volcani tiene un repositorio masivo de semillas. Fueron almacenadas desde 1979, para proteger la diversidad genética de plantas que podrían perderse en la región. Sirven, también, como base de investigación para soluciones a los problemas actuales y futuros de alimentación para un mundo con hambre.
“Nos focalizamos en investigar lo que se refiere a la crisis global”, dice Rafaeli.
En el pasado, sostiene, un agricultor era capaz de alimentar a 15 personas. Ahora, con el crecimiento de la población mundial, en especial en las regiones en vías de desarrollo, ese mismo agricultor se espera que alimente a 100. Esto pone presión, no solo en el agricultor, sino en la tierra y las limitadas reservas de agua. ARO lideró sofisticadas técnicas de cría para hacer frutos y cereales con tolerancia al calor, resistente a las pestes o capaces de crecer con limitados suministros de agua. Eso se traduce en más cosecha por goteo, producida de manera sustentable, que es más amigable a la tierra que los métodos tradicionales.
Además de cumplir con las necesidades de la crisis alimenticia mundial, ARO aplica la investigación genética para crear nuevas variedades de trigo, algunas incorporando genes de antiguas variedades de trigo para hacer brotes más fuertes y alimentar a otros ganados.
Soluciones naturales para el almacenamiento de la producción a largo plazo.
Desde que la humanidad descubrió la capacidad de cultivar alimentos, el problema de cómo almacenarlos para el futuro fue un gran desafío. Pero, Israel, podría realizarlo en bolsas (de verdulería).
Consideren a José de la Biblia, un israelita que se las arregló para ganar el favor del Faraón- y un pase fuera de la cárcel-, ayudando a Egipto a almacenar granos y evitar la hambruna durante un periodo de siete años.
Hoy, el Centro Volcani ayuda a cubrir el apetito mundial, durante un año de producción de frescos, ofreciendo novedosas alternativas naturales a los medios químicos para prolongar su vida útil.
Almacenando manzanas y papas
Amnon Lichter, investigador en post-producción del Centro Volcani en Beit Dagan, muestra a los periodistas visitantes algunas de las soluciones de investigación probadas en el Centro, usando aceite de menta y el oxígeno necesario entre otras tácticas.
Manzanas y papas son dos clases de productos frescos que tienen el potencial de durar meses, a veces hasta un año, en un almacenamiento en frío. Dado que las nuevas manzanas están llegando en temporada, no es raro encontrar que la cosecha del año pasado está a la venta.
Sin embargo, hay problemas en el almacenamiento de manzanas y papas que todavía deben ser abordados. Una solución desarrollada por el Centro Volcani es evitar que las manzanas se vuelvan marrones en la heladera. El marrón se causa por los fenoles, componente que produce la manzana. Al exponerlas al nitrógeno durante una semana, cortando la fuente de oxígeno, los investigadores son capaces de cambiar la actividad biológica de las manzanas, reducir los fenoles producidos y mantener el color natural de las manzanas, más tiempo y sin usar químicos. Esa solución está siendo aplicada, para comenzar y de manera comercial, con las peras, dice Lichter. Luego señala las cajas de papas con y sin tratamiento y almacenadas en el Centro. Un lote fue tratado con un spray de menta. Las papas no-tratadas están creciendo brotes y se vuelven verdes, en tanto que las que tienen tratamiento, con extracto de menta concentrado, aplicado alrededor de hace un mes, parecen frescas. Esa solución está en uso en el mercado israelí.
En tanto que los fungicidas son efectivos para evitar que se pudran frutas y vegetales, y que el peligroso aspergilo contamine la comida, dañino – en potencia- para los riñones de los niños, mayores y personas comprometidas inmunológicamente ( si se consumen en cantidades sin regular). “La gente, que toma drogas contra el cáncer, es sensible”, dice Lichter, que se especializa en uvas.
La industria de la uva es quisquillosa sobre los residuos de fungicidas gracias a la industria del vino europea, pero otras frutas y vegetales no están tan monitoreadas, a menos que sea un nombre de marca, dice.
No piensa que la producción cultivada de manera orgánica sea necesariamente el modo de proceder por el tema del hongo del aspergilo, que puede ser tóxico. El molde es frecuente en medios cálidos y húmedos, tales como en la zona del Mediterráneo.
Los agricultores pueden gastar alrededor del 50 % de su presupuesto en tratamientos pos-cosecha, dice Lichter. Si no usan fungicidas pueden perder hasta el 30 % de su cosecha.Debido a que no avisora que los fungicidas sean eliminados en la agricultura convencional, Lichter trata de encontrar un feliz balance en el cual la fruta almacenada dure el mayor tiempo posible con los menos niveles posibles de fungicidas. “A fin de minimizar el uso del fungicida, queremos encontrar, antes de la cosecha, la ventana del tiempo cuando pueda ser roseada con spray para tener el efecto deseado con la menos cantidad de residuos”, explica.
Los productores de alimentos a nivel global buscan una nueva manera, no química, de combatir la infestación de la mosca blanca en las plantas de tomate. “Uno de nuestros mayores potenciales es China, un nuevo mercado para los tomates. Es una vidriera en surgimiento y, de modo sorpresivo, China es uno de los mayores productores mundiales de tomates frescos”, dice Moshe Lapidot, del Departamento de Investigación de Vegetales del Instituto de Ciencias de las Plantas del ARO en Israel.
Usando investigación transgénica y tradicionales programas de cría, Lapidot trabaja en el campo de la resistencia viral, buscando soluciones para hacer que los virus no infecten tomates, pimientos, melones, sandías y pepinos. Las moscas blancas (Bemisia tabaci) conforman la mayor parte de su tiempo de investigación, debido al significado global que esta peste tiene en la producción de alimentos. No es que las moscas mismas sean importadas sino los virus que las acompañan. Como los mosquitos (que pueden transmitir malaria a los humanos), los virus transmitidos por las moscas blancas infectan las plantas.
“No hay medicina para los virus (de plantas)”, dice Lapidot, especializado en un grupo de virus llamado begomovirus. Es considerado uno de los más altos expertos del mundo. “Creamos plantas resistentes al virus”, dice.
Originadas en la región del Mediterráneo, las moscas blancas están diseminándose así como sus enfermedades, alrededor del planeta- ahora se hallan en California, México, Guatemala y China, por ejemplo. Los cultivos, infestados por los virus transmitidos por la mosca blanca, producirán un escaso rendimiento, dice Lapidot.
Al enfrentar una gran delegación de periodistas extranjeros, muchos de Asia oriental y todos ansiosos de escuchar sobre los modos más eficientes de alimentar el hambre mundial, Lapidot muestra la rígida diferencia entre un cultivo de tomate común y uno resistente al begomovirus. La planta sin resistencia carece de las hojas amarillas enrolladas que son responsables de un daño económico mayor al cultivo comercial tal como tomates y habas. Otros begomovirus causan grandes pérdidas en cultivos de algodón, yuca y calabaza.
“Puede ser devastador para los cultivos de tomate en regiones tropicales y sub-tropicales”, destaca lapidot.
El virus y su mosca asociada comenzaron a convertirse en un severo problema en los ´70. Se descubrió que la mosca blanca transmite más de 60 enfermedades de plantas. Las pérdidas por mosca blanca ascienden globalmente a cientos de millones de dólares.
El laboratorio de Lapidot, en el Centro Volcani en Beit Dagan, desarrolló un modo novedoso de reproducir la resistencia viral a las plantas de tomate- tecnología que puede ser usada en las semillas de cualquier variedad de tomate. Esta tecnología deja atrás la necesidad de rosear los cultivos por las moscas blancas.
Lapidot usa técnicas de reproducción clásicas, no organismos modificados genéticamente, para introducir genes resistentes a las variedades de tomate. “Las plantas transgénicas expresan el gen resistente”, dice. Un gen de resistencia viral que aisló es llamado gen TY5. Las compañías de semillas en los mercados españoles, marroquíes y turcos están vendiendo ahora TY5 ampliamente. “Esto ya se está usando comercialmente hace un par de años”; dice Lapidot. “El mercado es colocar el gen dentro del tomate que quiere el consumidor”.
Los consumidores chinos quieren tomates rosas. Introducir la resistencia viral a los tomates rosas es algo que Lapidot está interesado en hacer.
La tecnología está disponible a través de las empresas de semillas, como Israel´s Hazera, para ayudar a las compañías globales a dar a los agricultores de todo el mundo un arma para controlar los virus transmitidos por la mosca blanca.
Vacas felices con alta producción de leche, producción agrícola saludable de semillas para almacenar a largo plazo; el Instituto Volcani afronta los desafíos y encuentra soluciones amigables al usuario, usadas a nivel mundial.
Centro Volcani- aquí comienza la renombrada investigación israelí en agricultura Echamos un vistazo dentro de la Organización de Investigación Agrícola Volcani, fundada por el gobierno, donde nace el 70 % de las innovaciones agrícolas israelíes. Por Rivka BorochovCon solo observar el avance israelí en agricultura, tendremos una buena oportunidad que la investigación sea liderada en la Organización de Investigación Agrícola de Israel (ARO). “Somos la mayor institución agrícola del país, que provee del 70 % de la investigación en el área- todos bajo un mismo techo”, dice Ada Rafaeli, directora asociada de asuntos e cooperación internacional y académicos del ARO. El corazón de ARO es el centro Volcani en Beit Dagan, en el centro del país. Otros dos centros, Neve Yaar en la Galilea y Gilat en el desierto del Negev, tienen escuelas de campo pilotos que ponen a prueba las mejores prácticas en agricultura para todas las condiciones y rangos climáticos de Israel.“El clima es conducente para hacer de Israel un instituto de campo para el resto del mundo”, dice Rafaeli, citando los ejemplos más famosos de la investigación de ARO y las aplicaciones que son buscadas por el mundo, desde delegaciones gubernamentales extranjeras hasta multimillonarias compañías de siembra para la humilde África o agricultores asiáticos. Algunos de esos grupos de interés obtienen una oportunidad para venir a Israel y visitar, en persona, el Centro Volcani.Si hay una razón justa, dice Rafaeli, es saborear todas las variedades cítricas únicas del centro, la más famosa la mandarina “Or” exportada a Europa y en demanda por su piel fácil de pelar y fruto sin semillas. Volcani es responsable de otras clases de tratamientos, tales como el tomate cherry que realmente sabe como un cherry porque fue cultivado con agua salina y tiene un alto contenido de azúcar.El Centro está disponible para los empresarios, académicos y agricultores de lugares cercanos o lejanos, para ayudarlos a hallar las soluciones agrícolas y para la cría que están buscando.¿Qué podría buscarse aquí? ¿De qué manera una red con el color correcto podría mejorar la producción de cosecha, o una semilla de ingeniería genética podría repelar las pestes por insectos? Consideren que la investigación genética pionera pudiera hacer crecer un mejor garbanzo para humus que contenga más proteínas.ARO estableció, de manera activa, nuevos bosques en tierra desértica para frenar las emisiones de gas de los invernaderos y mostrar cómo las modernas prácticas agrícolas pueden ayudar en el avance del retiro de desiertos.La agricultura de precisión es otro avance israelí. Esta especialidad de ARO brinda soluciones a medida para ayudar a los agricultores a obtener la cantidad correcta de agua, fertilizantes y pesticidas donde sea necesario- ni más ni menos.Granjas ecológicas lácteasIsrael es líder mundial en producción de más leche por vaca, resultado que viene de técnicas de cría, monitoreo de leche y una alimentación y nutrición mejoradas, dice Joshua Miron, director del Departamento de Química Rumiante de la granja láctea del Volcani. Explica que, con el precio del grano importado a $ 350 por tonelada, Israel no podría ser capaz de hacer frente a la leche proveniente de vacas alimentadas con granos. Por esa razón, el Centro Volcani desarrolló una nueva alimentación vegetariana, basada en residuos de la cosecha de olivos y bio-productos de industrias alimenticias de todo Israel. El sistema Afimilk- asistido por el Volcani, provee de una capa de seguridad extra para asegurar que las vacas que coman este alimento produzcan leche saludable. El estiércol de vaca es enviado de regreso al campo, dado que las vacas rumian en el cobertizo mientras que son bañadas con agua reciclada para mantenerlas frescas y contentas.Cómo Israel alimenta el hambre del mundoEl Banco Genético subterráneo del Centro Volcani tiene un repositorio masivo de semillas. Fueron almacenadas desde 1979, para proteger la diversidad genética de plantas que podrían perderse en la región. Sirven, también, como base de investigación para soluciones a los problemas actuales y futuros de alimentación para un mundo con hambre.“Nos focalizamos en investigar lo que se refiere a la crisis global”, dice Rafaeli.En el pasado, sostiene, un agricultor era capaz de alimentar a 15 personas. Ahora, con el crecimiento de la población mundial, en especial en las regiones en vías de desarrollo, ese mismo agricultor se espera que alimente a 100. Esto pone presión, no solo en el agricultor, sino en la tierra y las limitadas reservas de agua. ARO lideró sofisticadas técnicas de cría para hacer frutos y cereales con tolerancia al calor, resistente a las pestes o capaces de crecer con limitados suministros de agua. Eso se traduce en más cosecha por goteo, producida de manera sustentable, que es más amigable a la tierra que los métodos tradicionales.Además de cumplir con las necesidades de la crisis alimenticia mundial, ARO aplica la investigación genética para crear nuevas variedades de trigo, algunas incorporando genes de antiguas variedades de trigo para hacer brotes más fuertes y alimentar a otros ganados. Soluciones naturales para el almacenamiento de la producción a largo plazo.Desde que la humanidad descubrió la capacidad de cultivar alimentos, el problema de cómo almacenarlos para el futuro fue un gran desafío. Pero, Israel, podría realizarlo en bolsas (de verdulería). Consideren a José de la Biblia, un israelita que se las arregló para ganar el favor del Faraón- y un pase fuera de la cárcel-, ayudando a Egipto a almacenar granos y evitar la hambruna durante un periodo de siete años.Hoy, el Centro Volcani ayuda a cubrir el apetito mundial, durante un año de producción de frescos, ofreciendo novedosas alternativas naturales a los medios químicos para prolongar su vida útil.Almacenando manzanas y papasAmnon Lichter, investigador en post-producción del Centro Volcani en Beit Dagan, muestra a los periodistas visitantes algunas de las soluciones de investigación probadas en el Centro, usando aceite de menta y el oxígeno necesario entre otras tácticas.Manzanas y papas son dos clases de productos frescos que tienen el potencial de durar meses, a veces hasta un año, en un almacenamiento en frío. Dado que las nuevas manzanas están llegando en temporada, no es raro encontrar que la cosecha del año pasado está a la venta.Sin embargo, hay problemas en el almacenamiento de manzanas y papas que todavía deben ser abordados. Una solución desarrollada por el Centro Volcani es evitar que las manzanas se vuelvan marrones en la heladera. El marrón se causa por los fenoles, componente que produce la manzana. Al exponerlas al nitrógeno durante una semana, cortando la fuente de oxígeno, los investigadores son capaces de cambiar la actividad biológica de las manzanas, reducir los fenoles producidos y mantener el color natural de las manzanas, más tiempo y sin usar químicos. Esa solución está siendo aplicada, para comenzar y de manera comercial, con las peras, dice Lichter. Luego señala las cajas de papas con y sin tratamiento y almacenadas en el Centro. Un lote fue tratado con un spray de menta. Las papas no-tratadas están creciendo brotes y se vuelven verdes, en tanto que las que tienen tratamiento, con extracto de menta concentrado, aplicado alrededor de hace un mes, parecen frescas. Esa solución está en uso en el mercado israelí.En tanto que los fungicidas son efectivos para evitar que se pudran frutas y vegetales, y que el peligroso aspergilo contamine la comida, dañino – en potencia- para los riñones de los niños, mayores y personas comprometidas inmunológicamente ( si se consumen en cantidades sin regular). “La gente, que toma drogas contra el cáncer, es sensible”, dice Lichter, que se especializa en uvas.La industria de la uva es quisquillosa sobre los residuos de fungicidas gracias a la industria del vino europea, pero otras frutas y vegetales no están tan monitoreadas, a menos que sea un nombre de marca, dice.No piensa que la producción cultivada de manera orgánica sea necesariamente el modo de proceder por el tema del hongo del aspergilo, que puede ser tóxico. El molde es frecuente en medios cálidos y húmedos, tales como en la zona del Mediterráneo.Los agricultores pueden gastar alrededor del 50 % de su presupuesto en tratamientos pos-cosecha, dice Lichter. Si no usan fungicidas pueden perder hasta el 30 % de su cosecha.Debido a que no avisora que los fungicidas sean eliminados en la agricultura convencional, Lichter trata de encontrar un feliz balance en el cual la fruta almacenada dure el mayor tiempo posible con los menos niveles posibles de fungicidas. “A fin de minimizar el uso del fungicida, queremos encontrar, antes de la cosecha, la ventana del tiempo cuando pueda ser roseada con spray para tener el efecto deseado con la menos cantidad de residuos”, explica.Los productores de alimentos a nivel global buscan una nueva manera, no química, de combatir la infestación de la mosca blanca en las plantas de tomate. “Uno de nuestros mayores potenciales es China, un nuevo mercado para los tomates. Es una vidriera en surgimiento y, de modo sorpresivo, China es uno de los mayores productores mundiales de tomates frescos”, dice Moshe Lapidot, del Departamento de Investigación de Vegetales del Instituto de Ciencias de las Plantas del ARO en Israel.Usando investigación transgénica y tradicionales programas de cría, Lapidot trabaja en el campo de la resistencia viral, buscando soluciones para hacer que los virus no infecten tomates, pimientos, melones, sandías y pepinos. Las moscas blancas (Bemisia tabaci) conforman la mayor parte de su tiempo de investigación, debido al significado global que esta peste tiene en la producción de alimentos. No es que las moscas mismas sean importadas sino los virus que las acompañan. Como los mosquitos (que pueden transmitir malaria a los humanos), los virus transmitidos por las moscas blancas infectan las plantas.“No hay medicina para los virus (de plantas)”, dice Lapidot, especializado en un grupo de virus llamado begomovirus. Es considerado uno de los más altos expertos del mundo. “Creamos plantas resistentes al virus”, dice.Originadas en la región del Mediterráneo, las moscas blancas están diseminándose así como sus enfermedades, alrededor del planeta- ahora se hallan en California, México, Guatemala y China, por ejemplo. Los cultivos, infestados por los virus transmitidos por la mosca blanca, producirán un escaso rendimiento, dice Lapidot.Al enfrentar una gran delegación de periodistas extranjeros, muchos de Asia oriental y todos ansiosos de escuchar sobre los modos más eficientes de alimentar el hambre mundial, Lapidot muestra la rígida diferencia entre un cultivo de tomate común y uno resistente al begomovirus. La planta sin resistencia carece de las hojas amarillas enrolladas que son responsables de un daño económico mayor al cultivo comercial tal como tomates y habas. Otros begomovirus causan grandes pérdidas en cultivos de algodón, yuca y calabaza.“Puede ser devastador para los cultivos de tomate en regiones tropicales y sub-tropicales”, destaca lapidot.El virus y su mosca asociada comenzaron a convertirse en un severo problema en los ´70. Se descubrió que la mosca blanca transmite más de 60 enfermedades de plantas. Las pérdidas por mosca blanca ascienden globalmente a cientos de millones de dólares.El laboratorio de Lapidot, en el Centro Volcani en Beit Dagan, desarrolló un modo novedoso de reproducir la resistencia viral a las plantas de tomate- tecnología que puede ser usada en las semillas de cualquier variedad de tomate. Esta tecnología deja atrás la necesidad de rosear los cultivos por las moscas blancas.Lapidot usa técnicas de reproducción clásicas, no organismos modificados genéticamente, para introducir genes resistentes a las variedades de tomate. “Las plantas transgénicas expresan el gen resistente”, dice. Un gen de resistencia viral que aisló es llamado gen TY5. Las compañías de semillas en los mercados españoles, marroquíes y turcos están vendiendo ahora TY5 ampliamente. “Esto ya se está usando comercialmente hace un par de años”; dice Lapidot. “El mercado es colocar el gen dentro del tomate que quiere el consumidor”.Los consumidores chinos quieren tomates rosas. Introducir la resistencia viral a los tomates rosas es algo que Lapidot está interesado en hacer.La tecnología está disponible a través de las empresas de semillas, como Israel´s Hazera, para ayudar a las compañías globales a dar a los agricultores de todo el mundo un arma para controlar los virus transmitidos por la mosca blanca.Vacas felices con alta producción de leche, producción agrícola saludable de semillas para almacenar a largo plazo; el Instituto Volcani afronta los desafíos y encuentra soluciones amigables al usuario, usadas a nivel mundial.
http://www.cidipal.org/noticias/israel-hoy/12676-2014-04-11-17-45-06.html
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