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| viernes noviembre 22, 2024

Una inesperada pregunta y el dilema de las imágenes


Sal Emergui

Elmundo.es

netanyahu_con_la_familia_de_ItamarCae la noche. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llega para dar el pésame a los familiares de Ehud Fogel (36), su esposa Ruth (35) y sus hijos Yoav (11), Elad (4) y Hadas (tres meses), acuchillados mientras dormían por dos palestinos que se infiltraron en su casa de la colonia de Itamar, en Cisjordania.

Netanyahu tiene enfrente a los abuelos y a Tamar Fogel, la hija mayor de 12 años, que no fue apuñalada por la sencilla razón que en el momento del ataque no estaba en casa. Fue la que abrió la puerta para ver a su familia muerta a cuchillazos. Fue la que encontró llorando a sus otros dos hermanos (de 8 y 2 años) en una habitación de la casa que sobrevivieron milagrosamente porque los agresores no les vieron.

Entre lágrimas y gritos, Netanyahu intenta consolar a los padres del matrimonio: “Dicen que ellos son otro tipo de personas. Pero no son personas. Son máquinas de asesinar, que han perdido cualquier elemento humano. Nosotros no somos tontos. Sabemos con quien estamos tratando…”

En ese momento, Tamar, a sus 12 años, le interrumpe llorando con una pregunta rotunda y directa: “Haz algo. ¿Qué pasará si respondes? ¿América te hará algo?”.

Netanyahu se toma unos segundos ante la intervención de la niña, convertida a partir de hoy en madre por obligación. “Ellos asesinan y nosotros construiremos. Construiremos en nuestra tierra”.

La pregunta de Tamar refleja algo más que su dolor personal.  Sin quererlo, expone/reconoce/denuncia la enorme dependencia de Israel en Estados Unidos. Aunque halcones del Gobierno le siguen presionando para que dé luz verde a más construcciones en los asentamientos de Cisjordania e ignore la presión del presidente Barack Obama, Netanyahu sabe que no puede dar dos pasos sin pedir permiso, o al menos consultarlo, con la Casa Blanca.

Satisfecho por tener el apoyo mayoritario del Congreso en Washington, dominado por los republicanos, Netanyahu no puede pasar de Obama. No sólo por el apoyo militar sino por el enorme (quizás único) paraguas político que dispone Israel en Naciones Unidas. La última resolución del Consejo de Seguridad-vetada a última hora por EE.UU-  que condenaba los asentamientos en Cisjordania es un ejemplo más.

Incluso la decisión de Netanyahu de construir 400 nuevas casas en varias colonias como respuesta al asesinato de Itamar fue anunciada a la Casa Blanca antes de hacerla pública.

Más allá de la condena palestina, norteamericana y de la izquierda israelí, muchos colonos no entienden que Netanyahu construya en función de los ataques y el número de muertos.  “Degollar a 5 civiles, entre ellos a tres niños, vale sólo 400 casas? ¿Qué tiene que ver este atentado terrorista con la construcción?”, nos dijeron en Itamar.

Fuentes de seguridad israelíes y palestinas no toman muy en serio la reivindicación de una célula vinculada al grupo Al Fatah y en estos momentos interrogan a una veintena de palestinos de la zona colindante a Itamar. Algunos palestinos de la zona con los que hablamos ayer, reiteraron su oposición a los asentamientos y al mismo tiempo mostraron su repulsa: «Matar a cuchillazos a niños y bebes es una barbaridad. Es injustificable».

Éstas son las cinco víctimas. La familia Fogel.

Hay otras imágenes, tomadas tras el ataque, que muestran sus cadáveres acuchillados y ensangrentados. En las camas y tirados en el suelo. Escenas muy duras. Tras recibir el permiso de la familia y una intensa discusión sobre si es correcto, el Consejo de Colonos las difundió sentando un precedente en Israel. «Desgraciadamente, sólo viendo unas imágenes tan terribles de la matanza de Itamar, el mundo entenderá con quién tiene que enfrentarse el Estado de Israel», opina el ministro de Información, Yuli Edelstein, que añade: «El mundo parece que sólo se solidariza cuando hay victimas de los palestinos que nunca dudan en enseñar las fotos más duras».

Algunos me criticarán por no meter en este espacio dichas imágenes, tan reales como terribles. No lo hago aunque creo que es legítimo difundirlas y publicarlas si tienen el permiso de la familia, por supuesto.  Me quedo con  las desgarradoras palabras del hermano de Ehud Fogel en el funeral al que asistieron decenas de diputados y ministros: «Udi, no eres ningún simbolo. Para mi, eres sólo mi hermano… Si pudiera, echaría a todos los que han venido al funeral, me acercaría a ti  y te diria: ´Vamos a jugar a fútbol por última vez´».

 
Difusion: www.porisrael.org

 
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