Cuando me bajé del taxi en Tel Aviv este sábado de noche cerca de la avenida Moshe Dayan para seguir desde allí a pie hasta la manifestación central de la calle Kaplan, no pude menos que pensar en la famosa canción “Babóker babóker” cantada por Shlomo Artzi, más conocida por una frase de su estribillo: “Pitóm kam adám babóker, hu marguísh ki hu am umatjíl laléjet”. “Y de repente el hombre se levanta de mañana, siente que es un pueblo ...