El liderazgo iraní percibe la normalización de relaciones entre Israel y los estados árabes sunitas del Golfo Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos como una amenaza directa a ellos y como intrusión dentro de su patio trasero en el Golfo. Los acuerdos de normalización de relaciones ponen en peligro la hegemonía de Irán en el Golfo, una hegemonía exclusiva que el régimen iraní se ha encargado de establecer.[1] Además, la unión pública de los estados del Golfo Árabe y la ...