Hay una razón por la cual a la mayoría de los israelíes se les hace muy difícil escuchar pacientemente las lecciones de los judíos norteamericanos progresistas. Para los israelíes, su país es un lugar real habitado por gente real que tiene que lidiar con dilemas desconcertantes para los que no hay soluciones sencillas. Pero para muchísimos judíos norteamericanos Israel es un país de fantasía, un lugar en el que practicar turismo intelectual, sobre el que proyectamos nuestras propias inseguridades y ansiedades ...