Una de las características más singulares del antisemitismo en España es que se mantuvo vigente incluso con la ausencia de judíos durante más de cuatro siglos. Su imagen se convirtió en paradigma de traición y maldad, autor de crímenes rituales y otras atrocidades sin fundamento, pero incrustadas firmemente en el imaginario colectivo. Estos prejuicios tienen orígenes en una intolerancia religiosa afortunadamente superada, aunque con vestigios identificados con el nacionalismo extremo y la derecha política. El odio, no obstante, es una ...