América del Sur, con Brasil a la cabeza, acaba de entrar en un nuevo ciclo político que busca enmendar los errores y horrores de la izquierda previa. Maduro, como Lula antes, no son menos demagogos que Bolsonaro, y éste será, al fin, menos malo que lo que sospechan quienes ponen el grito en el cielo por su fulgurante elección. Gobernar y administrar un enorme y riquísimo país como Brasil, y para el caso también Argentina, no requiere necesariamente de subvenciones ...