Mario Satz Porisrael.org Uno de los mitos más arraigados en la mentalidad integrista es el de la pureza, seguido del de lo único y exclusivo, que le son correlativos. En su delirio, en su siniestra omnipotencia el Tercer Reich la buscó primero en los laboratorios y luego en los centros de crianza de la raza aria, ignorando que la endogamia debilita la sangre y que el cretinismo es resultado directo de la ambición de exclusividad genética. De hecho, toda pureza-del sánscrito pur, ...