Llámenme ingenua si lo desean, no voy a ofenderme, después de todo quizá sea la ingenuidad parte de mi personalidad y no tengo ningún problema en asumirlo. Pero estoy convencida que no hay nada mejor para luchar contra el odio, que la información, el acercarse y conocer mejor a aquello y/o a aquel que es odiado. Hoy en día hay tantos medios a nuestro alcance para lograrlo, que la ignorancia ya no es una excusa válida. La comodidad no es ...