La resurrección o tejiáh es, en el Antiguo Testamento, sobre todo metafórica. Una especie de súbito soplo que anima a los seres mustios, apagados, alejados del Creador, principio de toda vida. En defensa de la experiencia personal que toda resurrección implica, leemos en el pasaje de Job 19:25 : ´´Ya sin carne veré a Dios. . .éstos y no otros ojos(lo verán)´´. Como si la luz que atraviesa la mirada de todo ser vivo-de hecho su propia conciencia de ser-, ...