A un mes de haber sido desalojada las instalaciones de Radio Jai se la extraña. Sus ondas mezcladas de programas y música hoy solo son música para llegar a los que no cambiaron de dial por su desaparición física. Las infinitas palabras dichas en programas, entrevistas, retrasmisiones de grandes eventos y todo lo que nos representaba e identificaba como judíos quedó silenciado, salvo la conexión escrita a través de su boletín. Pero las voces, sus decires, sus opiniones, sus comentarios quedaron congelados. Tanto a los oyentes como los ...