Cerca de Abu Tor, en Jerusalén, hace más de tres décadas, visité con el poeta Dennis Silk afincado allí y autor de un precioso libro sobre la milenaria ciudad, una pequeña sinagoga yemenita. Debió de ser después de Pésaj, hacía calor. Fuera y dentro del recinto los hombres se abanicaban con ramos de una variedad de albahaca, cuyo nombre tal y como suena procede del árabe vaheca, ´´que es grato de respirar´´, ´´que es agradable a la cabeza.´´ Oí que ...