Aquí, en el hospital Wolfson de Holon, nadie habla de guerra. Ni siquiera cuando suenan alarmas que indican buscar refugio de cohetes que en un minuto pueden impactar. La preocupación y la angustia están presentes por cierto, pero van de la mano de una profunda esperanza, ese sentimiento que embarga a todos los padres del mundo, sea cual sea su origen, credo, nacionalidad y color, cuando sus hijos sufren una dolencia mortal pero les surge la posibilidad de salvarles la ...
Un oasis de esperanza
En el hospital de Holon los médicos atienden por igual a israelíes y palestinos