La nueva ley aprobada por el Parlamento de Israel el miércoles por la noche merece no pocas críticas pero no convierte a Israel en Irán ni en un estado apartheid. Destacar lo que está mal y resulta nocivo en la “ley de nacionalidad” no tiene que llevar a afirmaciones totalmente exageradas, que no reflejan la realidad. Por primera vez en sus 70 años de historia, el Estado de Israel promulgó una ley que apunta a definir su identidad nacional, los atributos ...