El desierto de Aravá, con casi 50 grados en verano, se está convirtiendo en tierras cultivables llenas de vegetación y vida. Samantha Levy, funcionaria del Consejo Regional de Aravá (CRA), dijo que han logrado hacer del desierto un espacio apto para la agricultura y un centro de estudios para todos aquellos que desean aprender la mejor manera de aprovechar el agua para los cultivos, según publica la Agencia Judía de Noticias (AJN). El desierto de Aravá es una zona árida de Israel ...