Israel no es un país fácil. No es muy lógico que lo sea, si conviven en su ser contradicciones de fondo. Por un lado, es la tierra a la que miran los miembros de un pueblo que hace ya 3000 años tenían un reino independiente, pero por otro, es uno de los Estados más jóvenes del mundo. Tiene memoria milenaria pero solamente 68 velitas en la torta nacional. En su seno conviven quienes estudian solamente los textos judíos sagrados, con ...