Lucas Fiorini Fumata celeste y blanca Son difíciles estas líneas. Hermosamente difíciles. Para un argentino, católico, que ama a su Iglesia y ve en el Papa al vicario de Cristo, la elección del cardenal Jorge Bergoglio como Obispo de Roma ha sido una emoción inmensa, increíble, preciosa, inconmensurable. ¿Cómo expresarlo, cómo ordenarlo, cómo detenerse para plasmarlo? Debo reconocer que estaba hondamente movilizado, más desde que se corrió la noticia del humo blanco. Como millones de personas en el mundo entero, junto a mi familia ...