Ni el idioma turco moderno ni el de los otomanos han ido nunca cortos de proverbios racistas denigratorios para con los árabes y su cultura. Eso se acabó, dijo Recep Tayyip Erdogan, el líder islamista que gobierna Turquía desde 2002. Erdogan tomó la costumbre de referirse a los árabes –incluso a su némesis regional, el presidente sirio Bashar Asad– como “mis hermanos”, a fin de forjar un pacto arabo-musulman, una umma moderna bajo liderazgo turco, como en tiempos otomanos, y plantar cara a Israel ...