El pasado domingo, el régimen iraní celebró oficialmente el 40º aniversario de su toma del poder. La facción fundamentalista e islamista del ayatolá Ruholá Jomeini sorprendió a la comunidad internacional y al pueblo iraní secuestrando la revolución. Su exitoso asalto provocó un maremoto internacional. Aunque algunos estaban advertidos de sus intenciones, muchos subestimaron la pericia organizativa y el poderío de la facción islamista. Para ganarse la confianza y la lealtad del pueblo, el ayatolá Jomeini y sus seguidores se presentaron inicialmente como gente espiritual sin deseos de gobernar el país. Fueron ...