Hay que interrogarse acerca de una paradoja cuyas consecuencias geopolíticas pueden ser considerables: un porcentaje significativo de las poblaciones de cultura musulmana en los países occidentales y deseosas de permanecer en ellos se muestran hostiles a la civilización occidental y manifiestan una cierta empatía hacia los ambientes yihadistas. Es en los países que han institucionalizado el multiculturalismo, es decir que han inscrito en la ley el principio del respeto incondicional de las “identidades culturales”, donde la opinión musulmana se identifica ...