Alberto Mazor El gobierno israelí aprobó la construcción de 400 viviendas en Cisjordania en respuesta a la masacre de Itamar. "¿Por qué sólo 400?", preguntó el ministro de Interior, Eli Yishai. "Debemos edificar 5.000 por cada víctima". Hasta cierto punto, Yishai tiene razón. Si la respuesta al vil asesinato de la familia Fogel es la expansión de asentamientos, 400 es un número patético. No refleja el tremendo shock, la repugnancia y la furia. A lo sumo, sirve para intentar calmar a ...