Cuando decimos o escribimos que los terroristas islamistas se “inmolan” usamos un lenguaje que los ennoblece, que los hace aparecer como altruistas, héroes de una buena causa. Son lo contrario: multiasesinos, suicidas egoístas dirigidos por una ideología depravada que ordena exterminar vidas humanas. En nuestra cultura la inmolación se aplica a la muerte de Jesús por entrega a los demás; aunque no se sea cristiano, el concepto de dejarse matar sin dañar a nadie es el que perdura en la conciencia occidental. Esa inmolación ...