El informe anual sobre derechos humanos que elabora el Departamento de Estado es una herramienta útil, pero si se elabora de forma descuidada pierde credibilidad a chorros. Por desgracia, es lo que sucede con el informe más reciente del Departamento. Por ejemplo, en su último informe sobre Emiratos Árabes Unidos, o los diplomáticos están en modo piloto automático, limitándose a cortar y pegar de informes anteriores sin tener en cuenta nueva información, o ignoran deliberadamente las clasificaciones del Gobierno estadounidense respecto ...