Fue un golpe durísimo, tan difícil de asimilar que en el momento me costó aceptarlo. La muerte del Fiscal de la Nación Alberto Nisman constituyó una de las peores noticias jamás recibidas en mi vida. Tan grande era el shock mientras esperaba la confirmación de la información (porque no había recibido aún la versión definitiva), que albergaba esperanza en mi interior de que fuera una noticia falsa, un dato a corregir o desmentir; esperanza de que Nisman –aun sufriendo una ...