“La pérdida de legitimidad efectivamente significa la pérdida del derecho a hablar o debatir en algunos foros. Cuando una entidad política está sujeta a la deslegitimación generalizada, lo que sus portavoces tengan que decir sobre un tema concreto, aun cuando ningún principio particular está en juego, se percibe como irrelevante. Ya no son aceptados como socios en el discurso legítimo, ya que ellos mismos son ilegítimos. Su posición se asemeja a la de los pacientes encerrados en una institución mental: ...