La experiencia médica demuestra que al virus que nos asola es gregario, le encantan los grupos humanos y la estrecha proximidad entre sus miembros, y aunque su fin más macabro sea disminuirlos, mermar sus fuerzas, amenazar la vida de sus componentes, no suele visitar los lugares aislados, quizá porque la poca gente no le ayuda a propagarse. De todo lo que no sabemos del Covid 19, lo más revelador resulta ser la vigencia de sus ciclos, si descansa ocultando su ...