“Los israelíes no acostumbran expresar reverencia por ningún líder y dicen a menudo que los cementerios están llenos de gente irreemplazable, pero todos saben que el caso de Peres es diferente”, comenta una de ellas. Cuando fue elegido presidente, su esposa Sonia de su misma edad, decidió no acompañarle a la residencia oficial a Jerusalén. Ella se quedó en el modesto apartamento de la familia, en el barrio de Ramat Aviv, al norte de Tel Aviv. Tras 60 años de vida ...