Permítanme que les cuente la historia. Érase una vez, hace 115 años para ser exactos, que un Reverendo William Hechler, casualmente, obtuvo una copia de El Estado Judío, pocas semanas después de que se publicara en 1896. Lo leyó con avidez, cautivado por la afirmación de sus propios cálculos numerológicos bíblicos, que revelaban a 1897 como un año de acontecimientos trascendentales, que darían lugar a la restauración del pueblo judío en Tierra Santa. Se apresuró a organizar una audiencia con ...