Pasó. Aquello que sabíamos que podía pasar, pasó. Lo anunciaban las alertas de los servicios de inteligencia más importantes del mundo, lo informaban ellos mismos en sus arengas yihadistas, lo avisábamos algunos que estudiamos el horror desde hace años, y era tan indiscutible que habían puesto Barcelona en el centro de su diana, que hacía años que estábamos en alerta cuatro, la más alta antes de la quinta, que significa el ejército en la calle. De hecho, era tanto el ...