El atentado de Barcelona tiene poca historia por detrás. Una furgoneta y unos autores con voluntad de matar al mayor número posible de occidentales, de europeos, de blancos, de cristianos. Llámenlos como quieran. De eso se trataba. El atentado tiene una terrible e inmensa historia por delante. La estremecedora cifra de víctimas demuestra que los dos hombres con voluntad de hacer daño han sido inmensamente eficaces. Contrastan los medios con los efectos desoladores. De las muertes, las vidas segadas, los ...