Es temprano por la mañana del 30 de junio de 2016 y Mohamed Naser Tarayrah, un muchacho palestino de 17 años de edad, consigue saltar la valla de un barrio de Kiriat Arba y colarse en una casa por una ventana abierta. La primera persona que se encuentra una vez dentro es Halel Yafa, una niña de 13 años que aún duerme. Sin perder tiempo, se abalanza sobre ella y la cose a puñaladas. Cuando el equipo de seguridad del ...