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| sábado abril 27, 2024

De vieja piel a nuevo corazon


Karin Kloosterman

De Israel21c

Haciendo historia médica, científicos israelíes pudieron convertir células madre humanas de pacientes enfermos en tejido cardíaco nuevo y saludable.

Eso podría significar que, algún día, las enfermedades cardíacas podrían curarse empleando del propio cuerpo del paciente, eliminando la necesidad de de riesgosos implantes y trasplantes.

    Usando tecnología de células madre, científicos del Technion – Instituto de Tecnología de Israel de Haifa, mostraron que las células de músculo cardíaco desarrolladas en su laboratorio tienen la capacidad de unirse a las células cardíacas ya existentes.

   La noticia está causando sensación en el mundo.

    “Lo bueno de esto es que la investigación incrementó la conciencia del público a que  no se muestra a Israel sólo con ánimo hostil, sino como un país que también lleva buenas noticias al mundo”, dijo el Prof. Lior Gepstein, quien encabezó la investigación.

   A diez años de las pruebas clínicas

   Tomará entre cinco y diez años llevar esta técnica básica hasta el nivel de las pruebas clínicas, enfatiza Gepstein. Las personas que hoy padecen una enfermedad cardíaca avanzada tal vez nunca se beneficien de esta investigación, publicada en el último número de la revista European Heart Journal . Es más probable que pueda aplicarse a personas que hoy tienen 30 años o menos.

    Aún así, el avance es monumental. 

   “Lo nuevo y excitante en nuestra investigación es que mostramos que es posible tomar células de un paciente de edad madura con problemas cardíacos avanzados y terminar con sus propias células cardíacas latiendo en el laboratorio, células  sanas y jóvenes, equivalentes a lo que eran en el momento en que el paciente nació”,  dice Gepstein.

   Células epiteliales de pacientes de entre 51 y 61 años se convirtieron en células cardíacas sanas agregando al núcleo celular tres genes y ´

Acido valpoico, que es una pequeña molécula. El equipo de Gepstein no utilizó un factor de transcripción empleado usualmente para crear células madre debido a que se piensa que hace que las células se desarrollen fuera de control y se conviertan en tumores.

   Las nuevas células de músculo cardíaco, llamadas cardiomiocitos, crecieron en el laboratorio junto a células cardíacas existentes, y en un término de entre 24 y 48 horas ambos tipos de células latían al unísono.

   “El tejido se comportó como un tejido cardíaco microscópico compuesto por aproximadamente 1.000 células en cada área de latido”.

   El tejido fue implantado en los corazones de ratas sanas, y se conectó bien con el tejido cardíaco existente.

   Un imperio de investigación de células madre

   Durante el pasado decenio Israel creó lo que Gepstein llama un “imperio” en investigación de células madre, con nodos de investigación en los mejores institutos científicos de Israel.  Él se enfoca en el corazón, pero hay laboratorios que se enfocan en diabetes, mal de Parkinson o en reparar daños en el sistema nervioso.

   Hoy los científicos israelíes utilizan células madre pluripotentes provenientes de células epiteliales o sanguíneas. El cultivar células madre de esa manera evita las consideraciones éticas del empleo de células madre embrionales, y también garantiza que los pacientes no necesitarán tomar drogas anti-rechazo por el resto de sus vidas, ya que las células progenitoras se originan en los propios cuerpos de los pacientes.

   El trabajo pionero, como el de Benjamin Rubinoff del Centro Médico Universitario Hadassah de Jerusalem, se llevó a cabo con células madres embrionales. De los primeros diez informes científicos referidos a células madre humanas embrionales  casi todos fueron escritos en Israel.

   Gepstein explica que Israel nunca enfrentó problemas éticos con la investigación de células madre que  tanto afectan a los investigadores en EEUU. Eso se debe a que en la ley judía un embrión no es considerado un ser humano hasta 40 días después de la concepción.  Por lo tanto, el usar embriones  más jóvenes no plantea problemas éticos, e Israel estuvo libre para avanzar en ese terreno.  Hoy los israelíes se destacan  en el mantenimiento de cultivos de células madre pluripotentes y en convertirlas en nuevos tipos de células, dijo Gepstein.

 
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